La tecnología que se ha ido generando en
los países ricos debe beneficiar a la humanidad en general y no sólo a quienes
puedan pagar por ella. Éste es un punto delicado, ya que hay muchos intereses
de por medio de aquellas empresas que han invertido grandes capitales en biotecnología
y esperan obtener ganancias de ello. Habrá que cuidar que la biotecnología no
cause perjuicios económicos que hundan aún más a los países empobrecidos o en
vías de desarrollo.
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