Hegemonía de Estados Unidos.
El país realmente vencedor de esta guerra fue
Estados Unidos de América pues su economía se fortaleció - sobre todo la
vinculada a la guerra- y su territorio no sufrió daños. A partir de entonces se
convierte en el «gran prestamista del mundo» y su desarrollo científico-técnico
tendería a hacer homogéneos sus patrones de vida hacia el resto de los otros
países.
En efecto, la economía norteamericana había
aprovechado el conflicto para crecimiento propio por lo que, apenas en 1923,
Charles Dawes -banquero estadounidense- propuso, y logró que se aceptará un
préstamo de 200 millones de dólares para Alemania con el propósito de auxiliada
en su recuperación, pero con la intención básica de hacer un excelente negocio,
esta propuesta se conoció como ((Han Dawes».
Las condiciones eran diferentes para los
europeos pues las consecuencias de la guerra habían sido desastrosas y
enfrentaban una verdadera crisis. Sus economías quedaron debilitadas; todas as
áreas de producción sufrieron cuantiosas pérdidas; murieron cerca de 13
millones de personas y millones también quedaron heridas; cientos de
localidades estaban semidestruidas y su propia percepción de ser una Europa
culta y civilizada se desmoronó; además, se alteraron drásticamente las
relaciones políticas mundiales y los viejos imperios europeos fueron
desplatados por el establecimiento de los Estados Unidos como potencia
indiscutiblemente superior en el mundo.
Alemania. La potencia «derrotada» aunque sujeta
por los Acuerdos de Versalles, en realidad no enfrentó después de su
capitulación un estado de aniquilamiento pues el armisticio limitó, pero no
prohibió el rearme. Además, en el interior de sus nuevas fronteras se corrió la
versión de que militarmente no habían sido vencidos y, para evitar mayores
hostigamientos, se erigió como una nueva república, lo cual evitó que se
desmembrara o disgregara como le ocurrió a su aliado, el imperio
Austro-Húngaro.
Francia e Inglaterra. Por su parte, para hacer
frente a los gastos de guerra se habían endeudado fuertemente, tanto en el
interior como en el exterior, y especialmente con Estados Unidos y Japón
Nuevas potencias emergían después de la guerra,
en territorio diferente al europeo, mientras éste se dividía en veintinueve
Estados, de los cuales cinco tenían más de 40 millones de habitantes, y cada
uno de ellos con una estructuración interna diferente, lo que en términos geopolíticos-le
estaba posibilidad de fuerza al viejo continente.
Como consecuencia inmediata del conflicto
bélico de 1914-1918, la industria norteamericana alcanzó índices de producción
muy altos; sin embargo, en 1922 sufrió una primera crisis -al no poder vender
sus grandes excedentes-. por lo que se suscitaron problemas internos que
requirieron de atención. De ahí se derivó la necesidad de «mirar» hacia adentro
y luego hacia la zona que desde siempre consideraron de su natural expansión.
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