La reproducción es un tema que desde tiempos muy antiguos ha
captado la atención de los seres humanos debido a la importancia que tiene en
nuestra vida. Seguramente tú mismo cuando eras muy pequeño preguntabas a tus
padres cómo nacen los niños; esa misma pregunta podría aplicar-se con relación
a la reproducción de todo tipo de organismos que observamos en nuestro entorno:
arañas, caracoles, plantas, elefantes o microbios. En el pasado había muchas
especulaciones al respecto: la mitología hindú menciona al árbol baobab del
cual surgían seres humanos como si fueran manzanas. Por otra parte, hace unos
300 arios, los biólogos creían que los espermatozoides contenían a un ser
humano en miniatura, el cual crecía en el cuerpo de la madre como cuando una
semilla germina en la tierra.
También se llegó a pensar que el vapor del esperma podía
fecundar los óvulos de rana sin tocarlos para dar lugar a nuevas ranitas, hecho
que fue desmentido a partir de la experimentación de algunos investigadores. De
hecho, aún en la actualidad persisten varios mitos, por ejemplo, ciertas
personas piensan que los hermanos gemelos se forman cuando dos espermatozoides
fecundan un mismo óvulo, o que el sexo de los hijos es determinado por la
influencia de la mamá. Como podrás imaginar, fueron necesarios muchos
experimentos y análisis de sus resultados para entender claramente el proceso
de reproducción de plantas, animales y del propio ser humano. Veamos cómo se
lleva a cabo este fascinante proceso, empezando desde el nivel molecular y
celular, para conocer con todo detalle cómo se forma una nueva vida. Pero antes,
reflexionemos acerca de la importancia de la reproducción. Importancia de la
reproducción el surgimiento de la vida en los océanos primitivos, hace millones
de arios, la reproducción fue el proceso que aseguró la perpetuación de la vida
en nuestro planeta. En el transcurso de la evolución, los organismos han ido
desarrollando diferentes tipos de estructuras anatómicas que les han permitido
asegurar la reproducción. Y no sólo eso, los comportamientos de búsqueda de la
pareja y de cuidado de la cría aseguran una reproducción exitosa.
Al respecto
podemos citar cientos de ejemplos de animales que dedican mucho tiempo y
esfuerzo para salvaguardar el desarrollo de su prole. Así, por mencionar
algunos ejemplos, las aves construyen nidos para proteger y empollar a sus
polluelos, los caballos de mar incuban en su vientre los huevos donde se están
desarrollando sus crías, las arañas construyen telarañas en las que atrapan
insectos que sirvan de alimento a sus hijos al nacer, mientras que los canguros
cargan en su marsupio a sus pequeños hasta que gran desarrollarse por completo.
Las plantas también tienen estructuras dedicadas especialmente la reproducción:
las flores que tanto nos agradan a la vista sirven a atraer a los insectos y
valerse de ellos para lograr la fecundación. Y qué decir de los microbios que se
multiplican sin cesar desarrollando viven en condiciones adecuadas de
temperatura y alimento. ellos tienen corno objetivo principal de vida lograr la
transición de sus características a la siguiente generación para asegurar
permanencia de su especie.
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