Categoría
Categoría de manejo: Santuarios
Región CONANP: Planicie Costera y Golfo de México
Director del ANP: Gloria Fermina
Población Estimada: 0 hab.
Población Indígena Estimada: 0 hab.
Superficie Total: 30.00 ha
Superficie Terrestre: 30.00 ha
Superficie Marina: 0.00 ha
Fecha de Decreto: 29 de Octubre de 1986
Fecha de Recategorización: No Aplica
Programa de Conservación y Manejo: No Disponible
Ubicación
EstadoTamaulipas
Municipio:
Aldama
Soto la Marina
Designaciones Internacionales
Sitio RAMSAR - Convención de Humedales
Tipos de Vegetación de Acuerdo al INEGI
Agrícola
Forestal
Pecuaria
Especies representativas
Flora: No hay información disponible
Fauna: No hay información disponible
Principales Presiones y Amenazas
Sobreexplotación de especies
Tráfico ilegal de especies silvestres
¡El Santuario de la Tortuga Lora!
Allá en el Rancho Nuevo, hace años un rincón olvidado en una playa
del Golfo de México, entre Tampico y Matamoros, más o menos 100 km al
oriente de Ciudad Victoria capital del ahora nada bien parado estado de
Tamaulipas, playa olvidada por todo el mundo menos por la Tortuga Lora
(“atlantic ridley”, ya saben, los güeros no se podían quedar sin decir
que ellos la vieron primero). Esa que es de las más pequeñas de las
especies de quelonios marinos y que pesa alrededor de 10 kilos. Muchos
estiman que su edad promedio está entre los 7 y 15 años pero hay quien
se atreve a decir que vive hasta 35 años, pleitos a los que somos
ajenos, ama la costa tamaulipeca. Para esta pequeña la playa de Rancho
Nuevo es su principal punto de anidación y reproducción. La señora Lora
anida hasta cuatro veces por temporada depositando entre 80 y 140 huevos
por puesta y la incubación se lleva entre 45 y 70 días, depende del
clima. No se asusten amigos, de cada 1000 crías se calcula que apenas
dos llegan a la adultez con capacidad de reproducción y regresan a
desovar a sus lugares de nacimiento.
Estas pequeñas pertenecen a la especie más antigua aun que los mismos
dinosaurios y que existen desde hace 150 millones de años. Pero a
mediados del siglo pasado se descubrió ese paraíso de la tortuga Lora y
empezó la caza indiscriminada de las hembras que llegaban a las costas y
el saqueo de sus nidos nido de desove, 40 cm de profundidad, y en tan
solo 25 años las llevamos casi a la extinción; la angustia nos entró
cuando solo se avistaron 200 loras desovando; depredares por naturaleza
teníamos que ser y como muestra de esa índole natural que heredamos de
nuestros ancestros esta la especie de los “narcus-Sicarius” tan
prolífica en Tamaulipas y en toda la Republica.
Esta situación de extinción aplica a todas las tortugas en el mundo
al grado de formar parte del Libro Rojo de especies en riesgo de
desaparición de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN). En México hemos revertido esta tendencia desde el
momento que por decreto se integró Rancho Nuevo como Santuario, así como
otras Áreas Protegidas existentes en todo el país. La participación de
un sinnúmero “…de campamentos tortugueros y de un programa nacional
de conservación de tortugas marinas en el que participan decenas de
organizaciones y comunidades a nivel nacional, así como miles de
voluntarios. Después de 25 años de trabajo de conservación, las tortugas
golfina y lora se encuentran en franca recuperación y son motivo de
esperanza para lograr lo mismo con las otras especies que aún están
declinando, como la tortuga laúd”.
En el periodo de 2001 a 2006 México contribuyó liberando cerca de 160
millones de crías de tortugas al mar de 6 de las 7 especies que existen
y que arriban a nuestras playas, destacan la tortuga laúd y la lora. A
principios de junio las Lora llegaron nuevamente al Santuario Playa
Rancho Nuevo, entre la Laguna Madre y Delta del Río Bravo, como ya dije
en Tamaulipas, y desovaron en once mil nidos. Los huevos se rescatan y
se llevan a las incubadoras en donde nacieron 145,000 crías mismas que
fueron liberadas hace unos días en las playas del Golfo. La Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) dependiente de la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene con
que pararse el cuello.
El titular de la Semarnat, “Juan Rafael Elvira Quesada señaló que
la población de la tortuga lora había registrado una caída en sus
poblaciones debido a la depredación de sus huevos y de hembras en las
playas de anidación y la mortalidad en las pesquerías de arrastre. El
funcionario dijo que las autoridades han trabajado para reducir la
captura incidental, la contaminación de playas de anidación, la pérdida
de hábitat por el desarrollo costero y los efectos del cambio climático
en la ecología reproductiva de la especie.” Además todas las
tortugas de las playas mexicanas ya están protegidas por ley: está
prohibida la captura y comercialización de ellas y de todos sus
derivados (huevos, carne, carapacho, etcétera). Asimismo se han
impulsado profesiones y carreras técnicas dedicadas a su estudio y
preservación.
Estas playas mexicanas se visten de fiesta cada año para apoyar a
esos quelonios en un rito instintivo que se celebra con puntualidad
desde hace cientos de años para preservar su especie. La salvación de la
extinción a la tortuga Lora es un hecho histórico en la que nuestro
México ha sido el plus. A poco no da mucho gusto que la combinación de
acciones de los mexicanos, el pueblo y su gobierno, logren esto que yo
considero una hazaña, esto es un Tesoro Nacional. Salud por todos
nosotros que, quieran que si o quieran que no, estamos directa o
indirectamente involucrados.
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