En biología de poblaciones la capacidad de carga se define como la carga máxima del ambiente, que es diferente del concepto de equilibrio de la población.
Para la población humana a veces se consideran variables más complejas como la atención médica y saneamiento.
A medida que aumenta la densidad de población, la tasa de natalidad a menudo disminuye y generalmente aumenta la tasa de mortalidad. La diferencia entre la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad es el crecimiento natural. La capacidad de carga podría soportar un crecimiento natural positivo, o podría requerir un aumento natural negativo. Por lo tanto, la capacidad de carga es el número de individuos que un entorno puede soportar sin efectos negativos significativos para el organismo dado y su entorno. Por debajo de la capacidad de carga las poblaciones normalmente aumentan, mientras que por encima, por lo general disminuyen. Un factor que mantiene el tamaño de la población en equilibrio se conoce como factor de regulación. El tamaño de la población disminuye por encima de la capacidad de carga debido a una serie de factores en función de la especie en cuestión, pero pueden incluir la falta de espacio, suministro de alimentos, o la luz del sol.
Los orígenes del término capacidad de carga son inciertos; algunos investigadores indica que se utilizó «en el contexto del transporte marítimo internacional» o que fue utilizado por primera vez durante los experimentos de laboratorio con micro-organismos del siglo XIX. Una revisión reciente encontró el primer uso del término en un informe de 1845 del Secretario de Estado de EE.UU. para el Senado.
Ejemplos:
Una de las relaciones presa-depredador mejor estudiadas del mundo es la de las poblaciones de alce y lobo del Parque Nacional Isle Royale en el Lago Superior. Sin los lobos, los alces acabarían con la vegetación de la isla. Sin los alces, los lobos morirían. Los primeros científicos que estudiaron el tema pensaban que llegaría un momento en el cual el aumento de población de los lobos les llevaría a matar a todos los becerros de los alces y luego morirían de hambre. Esto no ha ocurrido ya que la endogamia, enfermedades y factores medioambientales han limitado la población de lobos de forma natural.La Isla de Pascua ha sido citada como ejemplo de caída estrepitosa de población humana. Cuando algo menos de 100 personas llegaron por primera vez a la isla ésta estaba cubierta de árboles y una gran variedad de alimentos. En 1722, la isla fue visitada por Jacob Roggeveen, quien estimó una población de 2.000 a 3.000 habitantes con muy pocos árboles, un suelo rico, buen clima" y donde "todo el condado era cultivado". Medio siglo más tarde, fue descrito como "una tierra pobre" y "en gran parte sin cultivar". El derrumbe ecológico que siguió ha sido atribuido indistintamente a superpoblación, comerciantes de esclavos, enfermedades europeas (incluyendo una epidemia de viruela que mató a tantos y tan rápido que los muertos se quedaron sin enterrar y una epidemia de tuberculosis que acabó con una cuarta parte de la población), agitación social y especies invasoras (como la ratas de Polinesia que pudieron haber aniquilado los nidos terrestres de aves y las semillas de palmera). Sea cual sea la combinación de factores, sólo 111 habitantes se quedaban en la isla en 1877. Por las razones que sean (si el culto Moai, supervivencia, estatus o por ignorancia), la cuestión de cuantos seres humanos podría la isla realmente soportar parece que nunca ha sido contestada.
Otro ejemplo es la isla de Tarawa, donde la limitación de espacio es evidente, sobre todo porque no se pueden excavar nuevos vertederos para deshacerse de los residuos sólidos, debido a las limitaciones en la roca del subsuelo y la falta de elevaciones topográficas. Con la influencia colonial y una abundancia de alimentos (en relación a la vida antes del año 1850), la población ha crecido de tal modo que se puede hablar de una sobrepoblación
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