FIJACIÓN
Introducción.- Antes de entrar en los detalles más
significativos sobre los distintos métodos que existen para la fijación
de tejidos vegetales, es necesario resaltar que los métodos más
sencillos y más prácticos son los que no necesitan fijación,
pero no siempre son posibles, ya que con frecuencia las muestras se encuentran
alejadas del laboratorio, la capacidad de trabajo también es limitada
y por tanto hay que recurrir a los métodos de fijación con mayor
frecuencia de lo que sería deseable.
Examen en freco.- Este método tiene la ventaja de
una gran simplicidad y por otra parte no produce alteración alguna en
las muestras; en histología animal se presentan grandes inconvenientes
para su uso, puesto que sólo pueden utilizarse, bien para organismos
vivos de pequeño tamaño o bien para piezas sumergidas durante
un tiempo limitado en líquidos fisiológicos (solución de
Ringer, solución de Locke, solución de Tyrode, etc.). Los vegetales
presentan ventajas sobre los animales, ya que se pueden fácilmente cultivar
en el laboratorio o bien llevarlos desde le campo al mismo sin que los procesos
de lisis se presenten con la rapidez que ocurren en los tejidos animales.
Aún teniendo estas ventajas sobre los tejidos animales,
con mucha frecuencia debe recurrirse en histología vegetal al uso de
fijadores, bine porque las muestras se recojan lejos del laboratorio durante
campañas botánicas más o menos amplias o porque los trabajos
se prolonguen excesivamente debido a largos tratamientos, por lo que es necesario
recurrir a la fijación de las muestras a estudiar.
También queremos llamar la atención sobre las técnicas
de fijación que se van a emplear y describir, ya que se refieren únicamente
a técnicas para microscopía óptica, obviando las de microscopía
electrónica, tanto de barrido como de transmisión.
Concepto de fijación.- Se entiende por fijación
toda manipulación sobre un ser vivo, o bien sobre parte de él,
que tiene por objeto mantener toda su arquitectura tanto estructural como química
lo más inalterada posible, de tal forma que sus componentes celulares
mantengan las mismas características que cuando dicho ser o tejido estaban
vivos. es claro que la mayoría de la estructura celular se debe a la
presencia de proteínas y por tanto todo proceso de fijación debe
tener en cuenta la naturaleza química de éstas, de forma que el
fijador no reacciona con las mismas. Es cierto que existen componentes muy distintos
más o menos lábiles que también se encuentran formando
parte de la estructura celular, pero son las proteínas las que nos van
a reflejar fundamentalmente si un fijador es bueno o no bueno. Por otra parte,
un fijador prepara también de alguna forma el tejido o la célula
para la posterior manipulación, bien en el proceso de inclusión,
actuando como mordiente o como fijador del colorante dependiendo de su naturaleza,
por eso es importante la elección del fijador.
Hay razones por las que los tejidos vegetales no deben fijarse
como los animales. Muchas veces las plantas están cubiertas de sustancias
céreas en sus cutículas que son hidrófobas e impiden la
penetración del fijador. Por otra parte el bajo contenido proteico de
las células vegetales, en comparación con ls animales, vuelve
al glutaraldehido (un componente de un fijador que se tratará más
adelante), menos efectivo en sus enlaces curzados con la proteína. Así
mismo la pared de las células vegetales supone una barrera parcial a
la penetración del mismo.
Por otra parte hay que distinguir bien entre fijador y conservador,
ya que con frecuencia, y sobre todo en histología vegetal, se tienen
conceptos erróneos al respecto. Un conservador es aquella sustancia,
o bien fenómeno físico, que evita la autolisis cadavérica,
pero que una vez eliminada su accion, la muestra o la célula, quedan
a merced de sus propios enzimas lisógenos y son por tanto susceptible
de autodestrucción. son conservadores: frío, ciertos líquidos
como los de Petit, de Ripert, etc. Así pues, una pieza que se ha mantenido
durante un tiempo en un conservador debe ser fijada rápidamente antes
de cualquier manipulación, ya que de no hacerse corre el peligro de que
sufra graves alteraciones. un fijador por el contrario inmoviliza y estabiliza
los elementos celulares, bien sea por precipitación de las proteínas
y demás sustancias celulares activas, ya sea mediante un bloqueo químico
de su actividad, siendo estos fenómenos permanentes.
En resumen, un fijador tiene como misión:
* Evitar la autolisis debida a los propios enzimas.
* Proteger el corte o la pieza del ataque bacteriano.
* Insolubilizar los componentes celulares que se desean estudiar.
* Preparar a las distintas estructuras para posteriores tratamientos.
* Evitar la disolución de determinados compuestos en el
fijador.
* Conservar o provocar determinadas reacciones químicas.
* Mantener las propiedades físicas.
Para la elección de un fijador, hay que tener en cuenta,
además de lo señalado anteriormente, unas características
que son intrínsecas al mismo, como son la velocidad de penetración,
la velocidad de fijación y el coeficiente de endurecimiento, así
como el efecto de la retracción. Estos factores son de gran importancia
a la hora de elegir un fijador; sobre todo, en histología vegetal. Es
muy importante el coeficiente de endurecimiento y el efecto de retracción,
ya que de por sí los tejidos vegetales son frecuentemente duros y estos
dos fenómenos contribuyen a una mayor elasticidad de los tejidos, con
el consiguiente posible perjuicio a la hora de manipularlos para obtener los
cortes. Menor importancia tiene quizás el poder de penetración
y la velocidad de fijación, ya que como se ha indicado anteriormente
los procesos de lisis en los tejidos vegetales son más lentos en términos
generales que en los tejidos animales; en cuanto a la velocidad de penetración
y de fijación, son muy distintas, ya que un fijador puede tener una gran
velocidad de fijación y un bajo poder o velocidad de penetración
o viceversa. Por tanto la elección de un fijador es un problema de suma
importancia en histología vegetal. un fijador ideal sería aquel
que tuviera una gran velocidad de penetración y fijación y unos
coeficientes de retracción y endurecimiento lo más bajos posibles.
Los fijadores que se usan para el tratamiento de los tejidos vegetales
son prácticamente los mismos que se utilizan en histología animal;
las células vegetales presenta, sobre todo en la pared celular, una estructura
celulósica o bien una impregnación o sustitución de estas
por compuestos distintos como la lignina, suberina, etc., que diferencia totalmente
a los vegetales de los animales. El comportamiento de los fijadores, al menos
a niveles muy distintos; si a ello le unimos que los estudios de los efectos
sobre las estructuras celulares vegetales son prácticamente nulos, nos
encontramos con un problema serio a la hora de elegir un fijador. En histología
animal se saben que la mayoría de los efectos de retracción, endurecimiento,
etc., que presentan cada uno de los fijadores utilizados, cosa que no se conocen
cuando de tejidos vegetales se trata. Unicamente la experiencia y los ligeros
conocimientos de química permiten al histólogo vegetal poder elegir
un fijador que le ofrezca ciertas garantías; desgraciadamente, estos
conocimientos no están reflejados en los textos de técnicas histológicas
ni en los de histología vegetal. Por ello trataremos de ir incorporando
a medida que avancen nuestros estudios y el acceso a la información las
técnicas particulares de las que nos hagamos eco.
Vamos a dar un listado de los fijadores más frecuentes
y a discutir bervemente sus distintas características. Los fijadores
se pueden clasificar en dos grupos: fijadores físicos y fijadores químicos.
Fijadores físicos.- Son varios los fijadores físicos
que usualmente se utilizan en histología, sobre todo por su simplicidad,
pero la mayoría de ellos debemos desecharlos, porque alteran gravemente
la estrucutra de los vegetales.
El calor: Es el más antiguo y más utilizado
de estos fijadores. Tanto en microbiología, como en el frotis de células
animales, la fijación se hace a la llama, con lo que se obtiene una coagulación
rápida de las proteínas y por tanto su estabilización.
Esta técnica no es recomendable cuando se trata de tejidos vegetales,
puesto que produce alteraciones importantes y muy desiguales en las paredes
celulares.
El frío: Como anteriormente hemos mencionado, el
frío (congelación), se ha tenido y se tiene como agente de fijación,
pero es realmente un agente conservador y por tanto no debe utilizarse como
tal.
La criodesecación (liofilización): Se trata
de congelar a una temperatura inferior a -50ºC y eliminar el agua a una
presión baja. este método puede ser muy efectivo, si después
la pieza se incluye en parafina o en plástico, pero es bastante complejo
y excesivamente caro; no produce deformaciones ni retracciones, ni tampoco endurecimiento
de las muestras. Su inconveniente es el precio y lo engorroso que puede resultar
el que, al manipular la muestra, no se rehidrate posteriormente.
Fijadores químicos.- Existen numerosos fijadores
químicos, unos simples, y otros que son mezcla de varias sustancias.
los más reseñados en la bibliografía son:
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