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viernes, 3 de agosto de 2012

Glóbulos Rojos


El nombre científico de los glóbulos rojos es eritrocitos. Se forman en la médula ósea y son creados por una célula madre. Los glóbulos rojos son los más numerosos de todas las células sanguíneas que hay en la sangre. En el cuerpo de un adulto se producen de 4 a 5 billones de glóbulos rojos por hora.
Cuando un glóbulo rojo madura, expulsa su núcleo antes de entrar al torrente sanguíneo. Se parece a un plato o una rosquilla pero sin el agujero del centro. Los glóbulos rojos sólo miden de 7 a 8 micrones de diámetro, pero son las partículas más pesadas de la sangre.
 
Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, una proteína que transporta el oxígeno. El oxígeno también se conoce por O2. Cada vez que respiramos, inhalamos oxígeno con el aire.
 
La función de los glóbulos rojos es absorber oxígeno de los pequeños alvéolos que se encuentran en los pulmones y llevarlo a todos los músculos, tejidos y órganos del cuerpo.
 
Para lograr esto, tienen que viajar por grandes arterias y pequeños capilares. A veces los capilares son tan pequeños que los glóbulos rojos deben comprimirse y estirarse e incluso plegarse para poder pasar y poder liberar su cargamento de oxígeno.
 
Pero eso es sólo la mitad del viaje. Luego de liberar el oxígeno, los glóbulos rojos recogen un producto de desecho de las células llamado dióxido de carbono, conocido también como CO2. En el viaje de vuelta, pasarán por las venas hasta llegar a los pulmones donde finalmente liberarán el CO2. ¡El cuerpo elimina dióxido de carbono cada vez que exhalamos! Luego, los glóbulos rojos comienzan nuevamente el mismo viaje. A las células sanguíneas les lleva un promedio de 30 a 45 segundos recorrer el circuito completo del cuerpo. Los glóbulos rojos viven alrededor de 120 días, y cuando mueren, son sacados de la circulación por un órgano llamado bazo.