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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Evidencias por el Pneumococo




Las primeras evidencias que indicaban que el material genético estaba constituido de DNA. y no de proteínas, proviene d de la bacteria (Pneumococcus) que es la causa Pneumonia.

En 1928 Alfred Grifith observó que. al inocular ratones con bacterias vivas virulentas estos morían, y luego aislando bacterias virulentas de la sangre del ratón muerto, éstas, a su vez, podían matar a otros ratones; mientras que la cepa novirulenta no causaba septicemia y los ratones sobrevivían al ataque. Posteriormente también observó que al inocular ratones con una mezcla de bacterias virulentas muertas y bacterias vivas no virulentas, los ratones presentaban septicemia y después morían, encontrándose cepas virulentas vivas en la sangre de estos ratones, motivo por el cual dedujo que debido a alguna razón desconocida o a algún elemento en las bacterias virulentas muertas, se podía transformar a las no virulentas en virulentas, sin embargo no fue capaz de identificar a la molécula responsable del principio transformante 

 El DNA es el principio transformante . 

Debido a la presencia de la cápsula, las bacterias virulentas crecen en un medio de cultivo formando colonias de apariencia lisa (fenotipo S), mientras que por el contrario, las bacterias no viru-lentas que carecen de cápsula crecen formando colonias de con-torno rugoso (fenotipo R). En 1994, Avery, McLeod y McCarty trabajando con bac-terias y extractos celulares tipo R y S, encontraron que solamente la mezcla de bacterias R con DNA obtenido de la cepa S, daba orígen a bacterias de tipo S. Con RNA, proteínas y/o polisacáridos (cápsula) obtenidos de la cepa R. no producían bacterias lisas. Ellos propusieron al DNA corno la molécula responsable de la transformación genética de las cepas no virulentas en viru-lentas. Luego, estos experimentos biológicos fueron corrobora-dos por pruebas bioquímicas, al utilizar enzimas que degradan especificamente DNA, RNA o proteínas, y se demostró que el tratamiento del DNA de la cepa S con una desoxirribonucleasa (DNAsa), inhibía la transformación de cepas R en S; pero el tratamiento con una ribonucleasa (RNAsa) o una proteasa no inhibían la transformación, v