La atmósfera está compuesta por diversos gases que varían su concentración depen-diendo de la altura a la que se encuentren. El ozono (03) es una molécula distinta al oxígeno (02) que respiramos, a pesar de que también está formada por oxígeno, pues presenta en su fórmula química tres oxígenos. La capa de ozono natural se ubica entre 10 y 40 kilómetros de altitud formando parte de la estratosfera.
El ozono contenido en dicha capa tiene como función retener las emisiones de rayos ultravio-leta (UV) que provienen del Sol y que pueden causar daños a los seres vivos que se hallan en la Tierra. Es importante mencionar que existen dos "clases" de ozono con funciones distintas. El primero es el ya descrito, que se ubica en la estratosfera, mientras que el segundo es el ozono "dañino" que se encuentra en la troposfera —entre 10 y 20 kilómetros de altura—, producido por la quema de combustibles fósiles como la gasolina y el gas.
Existen sustancias que han impactado de forma negativa la formación de la capa de ozono, entre las cuales encontramos a los clorofluorocarbonos (CFC13) y sus derivados, que se utilizan para la elaboración de diversos productos como aerosoles, esterilizantes, componentes para la refrigeración de alimentos, sustancias para fumi-gaciones, espumas corno el poliuretano o gases para extintores de fuego.
En la figura se aprecia el adelgazamiento de la capa de ozono (verde) en un periodo de 30 años, representada por el aumento de la superficie de color azul. |
Cuando los clorofluorocarbonos (CFCl3) entran en contacto con la radiación UV, dichos compuestos liberan átomos de cloro (CI) que se unen con el ozono para pro-ducir moléculas de oxígeno y monóxido de cloro (CLO),
El contacto de los clorofluorocarbonos con la radiación UV impide que se forme el ozono. |
La capa de ozono.
La capa de ozono es una fina capa de la atmósfera que
recubre toda la tierra –de 15 a 30 Km de espesor que nos protege del sol.
Está compuesta en su mayoría por el gas ozono. Desde el inicio de los
tiempos, esta capa de ozono ha bloqueado los rayos solares más peligrosos
para la vida en la tierra: los ultravioletas. Esta capa ha actuado como una
red que protege a la superficie terrestre de la radiación solar.
El ser humano libera en el aire productos químicos que él
mismo fabrica y que se infiltran gradualmente en todas las zonas de la
atmósfera, comprendida la estratosfera. Estos productos químicos se
descomponen en la estratosfera debido a los altos niveles de radiaciones
solares ultra violetas y descomponen el ozono, disminuyendo de manera
significativa la capa que forma. Hay un adelgazamiento y perforación de la
capa de ozono, y este fenómeno es resultado de las actividades humanas. Este
es un problema ambiental global, ya que si bien las fuentes que dañan la
capa se encuentran el Hemisferio Norte, los efectos son más evidentes y
agresivos en el Hemisferio Sur.
Se dan dos fenómenos conjuntos, por un lado el
adelgazamiento de la capa de ozono que envuelve a la Tierra; por otro lado,
la perforación de la capa en algunas zonas -en algunas épocas del año-. Este
último fenómeno es lo que se conoce como "agujero de ozono".
El tener una capa de ozono debilitada implica una mayor
incidencia de rayos ultravioletas en nuestro ambiente. Entre otros efectos,
la radiación causa en el ser humano un incremento de los casos de cáncer de
piel, deprime el sistema inmunológico y multiplica los problemas oculares.
Los efectos ambientales -sociales, económicos y ecológicos- esperados por
este aumento en la radiación son mayormente negativos.
En lo que respecta a los factores ecológicos, el hecho de
que todos los organismos que habitan el planeta estén habituados a un
determinado nivel de radiación ultravioleta, que ha existido por miles de
años, hace que frente a un cambio en el mismo se den problemas en su
adaptación a este nuevo ambiente con mayor radiación. Es decir, no todos los
organismos podrán vivir en estas nuevas condiciones, o al menos no podrán
hacerlo en las mismas condiciones. Por ejemplo, en los ecosistemas marinos
se prevé una disminución del plancton y, por lo tanto, de la disponibilidad
de alimento para otros seres superiores -peces mamíferos y otros.
Además, este mayor nivel de radiación afectará
negativamente el crecimiento de las plantas. Por ello, las cosechas se verán
afectadas al igual que las economías. Otro de los efectos sobre el ser
humano son aquellos vinculados a la salud y al trabajo. El turismo, la
construcción, los trabajos rurales, etc., son actividades que conllevan un
riesgo de recibir un exceso de radiación que incrementa las posibilidades de
contraer cáncer de piel.
El agotamiento del ozono estratosférico y los cambios
climáticos son efectos de las actividades humanas sobre la atmósfera
mundial. Constituyen problemas ambientales distintos, pero se encuentran
relacionados de varias maneras.
4. El cambio climático.
El cambio climático es una de las mayores amenazas para
la vida en la Tierra. Sus repercusiones sociales y económicas ya se hacen
sentir. Este fenómeno está asociado a la constante emisión a la atmósfera de
"gases de efecto invernadero" que están generando un progresivo
calentamiento global elevando las temperaturas medias globales.
Los impactos del cambio climático son de gran escala, de
carácter irreversible y ponen en riesgo tanto la biodiversidad natural, los
ecosistemas productivos como las condiciones de vida de las poblaciones
humanas. Sus manifestaciones se registran en el aumento de eventos
meteorológicos más extremos como tormentas y huracanes, así como
inundaciones y sequías. Las nuevas condiciones climáticas incrementan la
expansión de epidemias y enfermedades como la malaria y el dengue. Graves
inundaciones son ahora frecuentes, y son una clara ilustración de nuestra
vulnerabilidad ante estos cambios climáticos.
La temperatura
del planeta está aumentando en forma alarmante debido a la contaminación y
ello tendrá consecuencias desastrosas. Este aumento de la temperatura se
debe a la actividad humana y cada vez será mayor. La década de los 90 fue la
más caliente del siglo pasado y los cambios en este siglo serán aún más
drásticos. La temperatura del planeta podría aumentar este siglo hasta unos
seis grados centígrados y el nivel de los mares podría subir hasta cerca de
un metro. Y serán los países que no se encuentran desarrollados los más
afectados por las devastadoras consecuencias: escasez de agua, pérdida de
cultivos, aumento de epidemias e inundaciones.
Las formas en que se manifiesta el cambio climático son cada vez más
precisas y se encuentran detalladas en una serie de tendencias que se han
comprobado en los últimos años. La temperatura global del aire a nivel de la
superficie es mayor que en el siglo XIX, las áreas cubiertas por nieve y
hielo han disminuido, los niveles promedio del mar han aumentado, así como
la temperatura de los océanos. La temperatura sigue aumentando, así como el
nivel de los mares. Este aumento en el nivel del mar podría llevar al
desplazamiento de millones de personas que habitan en sus costas.
Existe una clara conexión entre el aumento de la
temperatura global y la emisión de los llamados gases de invernadero,
especialmente el dióxido de carbono -CO2. El incremento de este gas se debe
en gran medida a la quema de combustibles fósiles, como el petróleo.
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