Los avances en la tecnología espacial y las tecnologías de información y comu-nicación han permitido monitorear desde hace 30 años los cambios que ocurren en la atmósfera y su relación con la actividad solar. Gracias a ello, y a los satélites en órbita alrededor de la Tierra, se observó que en 2011 el Sol ha presentado una gran actividad. Dichos satélites detec-taron llamaradas solares de "tipo X" (el más poderoso tipo de llamaradas de ra-yos X). Para saber más acerca de este tema visita: http://ciencia.nasa.gov/cien-cias-especiales/14apr_thewatched pot/
Se define a la desertificación corno la degradación de tierras áridas, semiáridas y zonas subhúmedas secas y es provocada principalmente por cambios climáticos y actividades humanas como el cultivo, el pastoreo, la deforestación y la falta de agua. La desertificación se debe al proceso de pérdida de la vegetación y nutrientes de los suelos. A consecuencia de ello, diversas regiones del planeta han adquirido carac-terísticas similares a las de un desierto o zona árida. Como se mencionó ante- . riormente, este proceso es cau-sado por las variadas actividades que lleva a cabo el ser humano como la tala inmoderada, la con-taminación del suelo, la mala planeación urbana y el pastoreo, que se materializa en la degrada-ción de los suelos y su pérdida de humedad. En consecuencia, han des-aparecido tanto especies vegetales como especies del sub-suelo (microorganismos que son importantes para el reci-claje de nutrientes).
La
desertificación es la degradación de las tierras
áridas, semiáridas y zonas subhúmedas
secas. Causado principalmente por variaciones climáticas
Y actividades humanas tales como el cultivo y el pastoreo
excesivo, la deforestación y la falta de riego. La
desertificación no se refiere a la expansión
de los desiertos existentes. Sucede porque los ecosistemas
de las tierras áridas, que cubren una tercera parte
del total de la tierra, es extremadamente vulnerable a la
sobreexplotación y a un uso inapropiado de la tierra.
Según
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA),
la desertificación amenaza a la cuarta parte del
planeta, afecta directamente a más de 250 millones de personas
y pone en peligro los medios de vida de más de 1
000 millones de habitantes
de más de 100 países al reducir la productividad de
las toerras destinadas a la agricultura y la ganadería. Estas personas
incluyen
muchas de los países más pobres, los más
marginados y los ciudadanos políticamente más
débiles. Aunque la desertificación puede ser
provocada por las sequías, en general su causa principal es la actividad
humana: el cultivo y el pastoreo exceivos, la deforestación y la falta
de riego.
Desertificación extrema |
Convención
contra la desertificación
Un tratado de las Naciones Unidas, la Convención
Internacional de lucha contra la desertificación en
los países afectados por sequía grave o desertificación,
en particular en Africa (1994), se ocupa de
este problema. La Convención, en la que son parte 186 países, establece
el marco para todas las actividades encaminadas a combatir la
desertificación y se centra en el aumento de la productividad del suelo,
su rehabilitación y la conservación y reordenación de las tierras y
recursos hídricos. Asimismo insiste en la participación popular y en la
creación de un "entorno propicio" que ayude a la población local a
valerse de sus propios medios para remediar la degradación del suelo.
También incluye criterios para que los países afectados preparen
programas nacionales de acción y asigna una función sin precedentes a
las ONGs en la formulación y ejecución de esos programas.
Esta
Convención tiene como objetivo principal el promover
una acción efectiva a través programas locales
innovadores y cooperación internacional de apoyo, estableciendo
las pautas para luchar contra la desertificación y
mitigar los efectos de la sequía en los países
afectados por sequía grave o desertificación,
en particular en África, a través del mejoramiento
de la productividad del suelo, su rehabilitación y
la conservación y ordenación de los recursos
de las tierras y los recursos hídricos, en el marco
de un enfoque integrado acorde con el Programa 21, para contribuir
al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas.
También
enfatiza la participación popular y la creación
de condiciones que ayuden a la población local a evitar
la degradación de los suelos de forma autosuficiente.
Por otro lado, asigna a las organizaciones no gubernamentales
una función sin precedente en la preparación
y ejecución de programas para evitar la desertificación.
La
Convención reconoce que la batalla para proteger las
tierras áridas será muy larga, ya que las causas
de la desertificación son muchas y complejas, por lo
que se tendrán que hacer cambios reales y difíciles,
tanto a nivel internacional como local.
Labor
de otros organismos de las Naciones Unidas
Varios
organismos de las Naciones Unidas prestan asistencia en la lucha contra
la desertifiación. Un programa especial del Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA)
ha movilizado 400 millones de dólare, más otros 350
millones de cofinanciación, para ejecutar proyectos en 25 países
africanos amenazados por la desertificación.
El Banco
Mundial organiza y financia programas destinados a proteger
las frágiles tierras áridas y aumentar su productividad
agrícola de manera sostenible.
La FAO reconoce
que un elemento esencial para la seguridad alimentaria es
la protección del medio ambiente que provea los recursos
naturales necesarios para la producción alimentaria.
Por lo tanto, el desarrollo rural y la agricultura sostenible
en tierras áridas implican combatir la desertificación. Así, la FAO promueve el desarrollo agrícola sostenible mediante una amplia gama de actividades de asistencia práctica a los gobiernos.
El PNUMA
respalda los programas de acción regionales, la evaluación de datos, el
fomento de la capacidad y la sensibilización de la opinión pública
sobre este problema.
El
PNUD
financia diversas actividades a través del Centro para el Desarrollo de
las Zonas Áridas, con sede en Nairobi, que ayuda a elaborar políticas,
presta asesoramiento técnico y apoya programas de control de la
desertificación y gestión de las tierras áridas. Además, el PNUD está a la cabeza de las acciones
de las Naciones Unidas encaminadas a fomentar la capacidad
nacional para un desarrollo sostenible desde el punto de vista
del medio ambiente, promoviendo las mejoras prácticas
en todo el mundo y apoyando las acciones de efectos catalíticos.
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