Nunca fue más cierto que los árboles no dejan ver el .
A ras de tierra, la vista apenas alcanza una docena de metros. Más
allá, un intrincado nudo de plantas, ramas y árboles, un inquietante
silencio plagado de ruidos, movimientos y estridencias. Un calor
sofocante, una penetrante humedad y la angustia del ahogo: el aire
apenas puede respirarse. Es la selva del Amazonas, es la fuerza de la
vida.
Es
la selva tropical más extensa del mundo. Se considera que su extensión
llega a los 6.000.000 de km² repartidos entre nueve países
sudamericanos:
(que posee más del 50%), Perú (que posee más del 13%), Bolivia,
Colombia (que posee alrededor de 7%), Ecuador, Guyana, Surinam,
Venezuela y la Guayana Francesa que forma parte de la región
ultraperiférica de la Europea (UE).
El explorador español Francisco de Orellana fue el primer europeo en recorrer el Río Amazonas en 1542. Partió desde el Cusco, en el Perú en 1541, llegando a Quito (Ecuador) desde donde a fines de dicho año parte por el río Napo, llegando hasta su desembocadura en el Perú, cerca de la actual ciudad de Iquitos, hasta que en agosto de 1542 alcanzó la desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico.
Asi mismo, Orellana informó que la zona estaba densamente poblada, sugiriendo niveles de población que exceden incluso los que se presentan hoy día. A pesar de que es posible que Orellana haya exagerado el nivel de desarrollo de los amazónicos, sus descendientes seminómadas tienen la extraña particularidad entre las sociedades primitivas de una aristocracia hereditaria, aunque sin tierras, una anomalía histórica para una sociedad sin una cultura agraria sedentaria.
El explorador español Francisco de Orellana fue el primer europeo en recorrer el Río Amazonas en 1542. Partió desde el Cusco, en el Perú en 1541, llegando a Quito (Ecuador) desde donde a fines de dicho año parte por el río Napo, llegando hasta su desembocadura en el Perú, cerca de la actual ciudad de Iquitos, hasta que en agosto de 1542 alcanzó la desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico.
Asi mismo, Orellana informó que la zona estaba densamente poblada, sugiriendo niveles de población que exceden incluso los que se presentan hoy día. A pesar de que es posible que Orellana haya exagerado el nivel de desarrollo de los amazónicos, sus descendientes seminómadas tienen la extraña particularidad entre las sociedades primitivas de una aristocracia hereditaria, aunque sin tierras, una anomalía histórica para una sociedad sin una cultura agraria sedentaria.
Esto
sugiere que estas culturas fueron anteriormente sociedades agrarias más
civilizadas pero que, después de la catástrofe demográfica en América
tras la llegada de los europeos en los siglos XVI y XVII, revirtieron a
modos de existencia menos complejos aunque manteniendo ciertas
tradiciones. Además, muchos pueblos indígenas se vieron forzados a
adaptarse a una vida nómada para protegerse del colonialismo. Esto pudo
hacer menos atractivos algunos beneficios de la terra preta, como su
capacidad para autorenovarse, debido a que los granjeros debían mudarse
para estar seguros. «Talar y quemar» pudo entonces haber sido una
adaptación a esas condiciones.
El primer ascenso del río Amazonas por un europeo fue en 1638 por Pedro Texeira, portugués, quien invirtió la ruta de Orellana y alcanzó Quito a través del río Napo. Regresó en 1639 con los padres jesuitas Acuna y Artieda, delegados del virrey del Perú para acompañar a Texeira.
El primer ascenso del río Amazonas por un europeo fue en 1638 por Pedro Texeira, portugués, quien invirtió la ruta de Orellana y alcanzó Quito a través del río Napo. Regresó en 1639 con los padres jesuitas Acuna y Artieda, delegados del virrey del Perú para acompañar a Texeira.
A
principios del siglo XX, Manaos vivía intensamente de la denominada
Fiebre del caucho. Considerada la ciudad brasileña más desarrollada y
entre las más prósperas del mundo, Manaos era la única ciudad del país
en tener luz eléctrica y sistema de agua por caños y alcantarillas. El
apogeo del ciclo del Caucho se dio entre los años 1890 y 1920, época en
que la ciudad gozaba de tecnologías que otras ciudades del sur de Brasil
aún no tenían, como tranvías eléctricos, avenidas construidas sobre
pantanos, y edificios imponentes y lujosos, como el Teatro Amazonas, el
Palacio de Gobierno, el Mercado Municipal y el predio de la Aduana.
El Ferrocarril Madeira-Mamoré, construido entre 1907 y 1912 en el estado de Rondônia, también conocido como el ferrocarril del diablo debido a las miles de muertes ocurridas durante su construcción, el último trecho de la vía férrea, fue inaugurado con la llegada del primer tren a la ciudad de Guajará Mirim, fundada en esa misma fecha. El ferrocarril tenía como propósito principal transportar la producción de caucho de Bolivia y Brasil hacia el puerto de Belém.
La línea férrea fue parcialmente desactivada en los años 1930 y totalmente desactivada en 1972. Volvió a funcionar en 1981 en un trecho de apenas siete kilómetros de los 364 del total original y solamente para fines turísticos.
El Ferrocarril Madeira-Mamoré, construido entre 1907 y 1912 en el estado de Rondônia, también conocido como el ferrocarril del diablo debido a las miles de muertes ocurridas durante su construcción, el último trecho de la vía férrea, fue inaugurado con la llegada del primer tren a la ciudad de Guajará Mirim, fundada en esa misma fecha. El ferrocarril tenía como propósito principal transportar la producción de caucho de Bolivia y Brasil hacia el puerto de Belém.
La línea férrea fue parcialmente desactivada en los años 1930 y totalmente desactivada en 1972. Volvió a funcionar en 1981 en un trecho de apenas siete kilómetros de los 364 del total original y solamente para fines turísticos.
Ecosistema
La
selva amazónica se desarrolla alrededor del río Amazonas y de su cuenca
fluvial. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de una
vegetación tupida y exuberante, siempre verde. El título de el pulmón
del planeta que ostenta la Amazonia no es metafórico ya que mantiene un
equilibrio climático: los ingresos y salidas de CO2 y de O2 están
balanceados. Los científicos ambientalistas concuerdan en que la pérdida
de la biodiversidad es resultado de la destrucción de la selva, y que
se evidencia con la aparición en el área del Caquetá a un sistema
anterior del bosque selvático en el cual se utilizaron suelos de forma
permanente “tierras pretas” gracias a su progresivo abono y por lo que
así evitó las migraciones.
Fauna y flora
Toda
la fauna de la selva tropical húmeda sudamericana está presente en la
Selva Amazónica. Existen en ella innumerables especies de plantas
todavía sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios
y millones de insectos.
Desde los insectos hasta los grandes mamíferos como el jaguar, el puma, la danta y los venados. Reptiles como tortugas, caimanes, babillas y serpientes, como la famosa anaconda, también lo habitan. Hay aves (entre las que se destacan el guacamayo, el tucán, el águila arpía, etc.) y peces de todas las especies, plumajes y escamas, también en sus aguas vive el Delfín Rosa o rosado. En las lagunas a lo largo del Río Amazonas florece la planta Victoria amazonica, cuyas hojas circulares alcanzan más de un metro de diámetro.
Es tan amplio su aporte en especies de peces y plantas acuáticas que enumerarlas ocupa muchísimo lugar.
Para los aficionados al acuarismo, se trata de la fuente que provee la mayor cantidad de especies piscícolas que hoy en día pueblan los comercios y acuarios del planeta. Un 20% de las especies mundiales de aves y plantas se halla en el bosque amazónico, cada año desaparecen más de 2000 especies.
La Amazonía Peruana es una de las regiones de mayor riqueza biológica del mundo, pues la presencia de diferentes pisos altitudinales que posee en su unión con la Cordillera de los Andes, origina gran cantidad de zonas aisladas y, por lo tanto, un alto índice de endemismos.
Desde los insectos hasta los grandes mamíferos como el jaguar, el puma, la danta y los venados. Reptiles como tortugas, caimanes, babillas y serpientes, como la famosa anaconda, también lo habitan. Hay aves (entre las que se destacan el guacamayo, el tucán, el águila arpía, etc.) y peces de todas las especies, plumajes y escamas, también en sus aguas vive el Delfín Rosa o rosado. En las lagunas a lo largo del Río Amazonas florece la planta Victoria amazonica, cuyas hojas circulares alcanzan más de un metro de diámetro.
Es tan amplio su aporte en especies de peces y plantas acuáticas que enumerarlas ocupa muchísimo lugar.
Para los aficionados al acuarismo, se trata de la fuente que provee la mayor cantidad de especies piscícolas que hoy en día pueblan los comercios y acuarios del planeta. Un 20% de las especies mundiales de aves y plantas se halla en el bosque amazónico, cada año desaparecen más de 2000 especies.
La Amazonía Peruana es una de las regiones de mayor riqueza biológica del mundo, pues la presencia de diferentes pisos altitudinales que posee en su unión con la Cordillera de los Andes, origina gran cantidad de zonas aisladas y, por lo tanto, un alto índice de endemismos.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Amazonia
JAGUAR
PUMA
TORTUGAS
CAIMAN
ANACONDA
GUACAMAYO
TUCAN
AGUILA ARPIA
PIRAÑA
DELFIN ROSADO
La selva amazónica lucha por su supervivencia
Las
imágenes por satélite muestran que los bosques amazónicos se pusieron
más verdes durante la sequía de 2005, en vez de deteriorarse. El color
verde de la imagen muestra que la vegetación crece durante la época de
sequía. La línea negra delimita la selva del Amazonas.
La mayoría de la vegetación mundial crece y reverdece en la época de lluvias, hasta que llega la época seca, cuando se para su crecimiento y caen las hojas. No obstante, un estudio de la Universidad de Arizona muestra que una gran parte de la selva del Amazonas hace todo lo contrario. Alfredo R. Huete y Scott Saleska, responsables del estudio afirman que este singular comportamiento sólo se produce en las zonas vírgenes de selva, y no en las que han sido alteradas o transformadas para otros usos.
Huete sugiere que las profundas raíces de los árboles podrían alcanzar el agua incluso en las épocas secas. Por esta razón, este crecimiento del verdor apunta a que el bosque amazónico puede ser más resistente que lo que los modelos combinados de clima y ciclo de carbono suponen, al menos a corto plazo, por lo que solicitan mejorar los modelos incorporando sus observaciones, y comprender así mejor los sistemas tropicales o fenómenos como El Niño. En cualquier caso, su hallazgo no cambia los riesgos de deforestación y fuego en los bosques del Amazonas.
El estudio se realizó a partir de imágenes por satélite tomadas durante cinco años por un instrumento de la NASA denominado MODIS, y forma parte de una investigación más amplia que estudia el Amazonas.
La mayoría de la vegetación mundial crece y reverdece en la época de lluvias, hasta que llega la época seca, cuando se para su crecimiento y caen las hojas. No obstante, un estudio de la Universidad de Arizona muestra que una gran parte de la selva del Amazonas hace todo lo contrario. Alfredo R. Huete y Scott Saleska, responsables del estudio afirman que este singular comportamiento sólo se produce en las zonas vírgenes de selva, y no en las que han sido alteradas o transformadas para otros usos.
Huete sugiere que las profundas raíces de los árboles podrían alcanzar el agua incluso en las épocas secas. Por esta razón, este crecimiento del verdor apunta a que el bosque amazónico puede ser más resistente que lo que los modelos combinados de clima y ciclo de carbono suponen, al menos a corto plazo, por lo que solicitan mejorar los modelos incorporando sus observaciones, y comprender así mejor los sistemas tropicales o fenómenos como El Niño. En cualquier caso, su hallazgo no cambia los riesgos de deforestación y fuego en los bosques del Amazonas.
El estudio se realizó a partir de imágenes por satélite tomadas durante cinco años por un instrumento de la NASA denominado MODIS, y forma parte de una investigación más amplia que estudia el Amazonas.
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