El ecosistema es el espacio determinado donde se establecen las relaciones de inter-dependencia e interacción entre los componentes bióticos y abióticos. En todos los ecosistemas se distinguen tres componentes:
a) Los organismos autótrofos o productores: son en su mayoría las plantas, las algas y las cianobacterias, que son fotosintéticas.
b) Los consumidores o heterótrofos utilizan la materia orgánica de los autotrofos como alimento, es decir, son herbívoros.
c) Los heterótrofos del ecosistema pueden subdividirse en consumidores y desintegradores: los consumidores se alimentan de tejido vivo y los desintegradores degradan la materia orgánica de los organismos muertos en sustancias inorgánicas que son reutilizadas por las plantas.
En la Tierra existen muchos tipos de ecosistemas.
Un océano se considera un ecosistema, pero también lo es una charca, o
un tronco de un árbol caído. En cada ecosistema se establecen unas
condiciones físico-químicas que determinan qué seres vivos pueden
habitar en él.
Los seres vivos se distribuyen en la
Tierra dependiendo de los factores ambientales. Las barreras
geográficas, como las cordilleras o el mar, y sobre todo las condiciones
climáticas (temperatura, humedad, etc.) determinan que existan en la
Tierra grandes tipos: los biomas terrestres y los biomas acuáticos.
En el medio terrestre, las variaciones de los factores climáticos son muy acusadas, por lo que hay una gran diversidad de biomas terrestres. El factor determinante en ellos, es la presencia de agua en estado líquido.
Los biomas acuáticos se
caracterizan por su uniformidad: no existen grandes variaciones de
temperatura y, evidentemente, la humedad es constante. La homogeneidad
de estas condiciones ambientales determina que sean menos diversos que
los terrestres, aunque podemos diferenciar dos tipos: biomas marinos y biomas de aguas continentales.
· Principales ecosistemas terrestres:
- Zonas heladas. Zonas árticas Frío intenso todo el año. Suelo congelado. Osos, focas, nutrias. Sólo hay vida en las costas.
- Tundra. Veranos breves e inviernos largos y muy fríos. Musgos, líquenes, sauces enanos, renos, lemmings, zorros, distintas aves.
- Taiga. Temperaturas bajas en invierno y deshielo en verano. Bosques de coníferas, linces, lobos, ardillas, osos.
- Bosque Gran humedad. Temperaturas moderadas. Árboles de hoja caduca: hayas, robles, castaños. Fauna muy variada.
- Pradera. Diferencias muy acusadas de temperatura. Pocas precipitaciones. Vegetación herbacea. Grandes herbívoros, roedores, aves.
- Bosque mediterráneo.
Inviernos suaves y veranos muy calurosos. Precipitaciones bajas, sobre
todo en verano. Árboles de hoja perenne: encinas, alcornoques. Fauna muy
variada.
- Desierto. Precipitaciones muy escasas y fuertes oscilaciones de temperatura. Escasos vegetales. Termitas, reptiles, camélidos.
- Sabana. Una estación seca y otra de lluvias. Predominio de herbáceas con árboles dispersos. Gacelas, leones, cebras, ñus.
El concepto de selva, jungla o bosque lluvioso, se aplica a los bosques tropicales y subtropicales, es decir, a las florestas densas con gran diversidad de especies arbóreas y, por lo general, dosel cerrado, denso sotobosque
y diversos "pisos", "estratos" o "niveles" de vegetación: desde árboles
que pueden superar los 20 metros en los pisos altos hasta los musgos y mohos al ras del suelo, al cual difícilmente llega la luz solar (por este motivo también abundan los hongos). Estas condiciones suelen darse en las áreas cálidas y lluviosas intertropicales del planeta Tierra; por tal motivo en la actualidad, cuando se habla de selva lo más usual es que se aluda a las llamadas selvas tropicales; riquísimas en biodiversidad y grandes retenedoras de agua dulce ya sea por su Clima tropical húmedo
merced a la sombra y al "efecto esponja" de las densas vegetaciones o
ya sea por el agua misma que contiene la enorme masa vegetal de las
selvas tropicales.
Una selva tropical es un bioma de la zona intertropical con vegetación exuberante, en regiones de clima isotermo con abundantes precipitaciones y con una extraordinaria biodiversidad.
Hay muchas especies vegetales diferentes, pero con pocos ejemplares de
cada especie en cada unidad de superficie. Este tipo de bioma se da en climas tropicales, especialmente en la franja ecuatorial, y algunas veces en las regiones subtropicales, en este último caso, en condiciones muy específicas y favorables. El nombre de selva tropical es de uso muy extendido y el nombre de selva ecuatoriales en realidad equivalente pero definido desde el punto de vista de su localización latitudinal.
Las selvas son el hábitat de 2/3 partes de toda la biodiversidad de fauna y flora del planeta. Aún quedan por descubrir millones de especies de plantas, insectos
y microorganismos. Las selvas tropicales se suelen llamar "la mayor
farmacia mundial" debido a la gran cantidad de medicinas naturales que
provienen de ellas. Según los científicos, la cura de muchas
enfermedades actuales, se conseguirá en el futuro gracias a la riqueza
de sustancias químicas vegetales existentes en estos ecosistemas. Su vegetación es muy variada.
En
este gran ecosistema, habitan en las ramas de los árboles; monos araña y
saraguatos, ardillas, tlacuaches y murciélagos. Los Tucanes, las guacamayas,
los loros y los pericos hacen sus nidos en los huecos de los troncos, mientras
que millones de escarabajos, hormigas y mariposas pululan entre bromelias, orquídeas
y plantas trepadoras, las ranas se encuentran sobre los musgos que cubren las
ramas. Abajo, tapires, jaguares, armadillos y tepezcuintles corren entre la
hojarasca de la selva. En los ríos, poblados por varias especies, aún es
posible ver tortugas y lagartos.
Se
estima que en la selva Lacandona se pueden encontrar, por lo menos 30 especies
de árboles, 50 de orquídeas, 40 de aves, 20 de mamíferos, 300 de mariposas
diurnas y aproximadamente 5 000 más de otros invertebrados. Entre sus plantas más
características tenemos el cedro, la caoba, la ceiba, el mamey y el
chicozapote, y entre sus animales el jaguar, el tapir, la guacamaya roja, el
mono araña y el mono aullador. Estas especies son a su vez, las indicadoras de
la integridad y la salud que aún conserva este ecosistema.
Flora Y Fauna (Selva Ribereña)
FLORA
En la Selva Ribereña la vegetación está formada por árboles de porte
mediano, como Sauces Criollos, Anacahuitas, Curupíes y Alisos de Río.
Hacia los bajos existen Seibos y pajonales húmedos. En el sotobosque
encontramos arbustos, lianas y enredaderas con aspecto selvático.
También hay helechos y algunos cactus. Lo que es extraño es la “barba de
viejo” que es un clavel del aire que forma como una cascada,
descolgándose de las ramas de los Sauces y de los Ceibos.
En las zonas más inundables abundan el pajonal y hierbas de gran tamaño
como Juncos, Totoras, Pajas Bravas, Españadas, Cortaderas, entre otras.
En la Laguna Grande hay Helechitos, Lentejas y Repollitos de Agua.
En lugares donde hay altos contenidos de sales, se encuentran, matas de Hunquillo y Espartillares.
También se encuentran especies dominantes como el Tala, Ombúes y Espinillos, entre otros.
En el sotobosque encontramos Saúco.
Y por último, en la Pampa Ondulada, otra conformación de la zona, se
encuentran las Flechillas. Y en otros sectores dominan las Chilcas y
Carquejas.
FAUNA
La fauna es numerosa. Lagunas y canales albergan una nutrida variedad de
peces como ser el sábalo, el sabalito plateado y mojarras. Se
encuentran ranitas nadadoras chica y grande y, es muy común, la rana
trepadora. En las costas, tortugas de laguna y río.
En el área protegida se confirmó la presencia de 16 especies de reptiles (culebra parda común, yarará y lagarto overo).
Se encuentran 282 especies de aves, un alto porcentaje se reproduce en
ella. Estas son tero común, inambú, misto, pecho colorado, cisnes
coscoroba y de cuello negro, gallaretas y patos, entre otras.
Dentro de los mamíferos, ciervo del pantano, comadreja overa, lobito de río, coipo y carpincho.
Nunca fue más cierto que los árboles no dejan ver el .
A ras de tierra, la vista apenas alcanza una docena de metros. Más
allá, un intrincado nudo de plantas, ramas y árboles, un inquietante
silencio plagado de ruidos, movimientos y estridencias. Un calor
sofocante, una penetrante humedad y la angustia del ahogo: el aire
apenas puede respirarse. Es la selva del Amazonas, es la fuerza de la
vida.
Es
la selva tropical más extensa del mundo. Se considera que su extensión
llega a los 6.000.000 de km² repartidos entre nueve países
sudamericanos:
(que posee más del 50%), Perú (que posee más del 13%), Bolivia,
Colombia (que posee alrededor de 7%), Ecuador, Guyana, Surinam,
Venezuela y la Guayana Francesa que forma parte de la región
ultraperiférica de la Europea (UE).
El explorador español Francisco de Orellana fue el primer europeo en
recorrer el Río Amazonas en 1542. Partió desde el Cusco, en el Perú en
1541, llegando a Quito (Ecuador) desde donde a fines de dicho año parte
por el río Napo, llegando hasta su desembocadura en el Perú, cerca de la
actual ciudad de Iquitos, hasta que en agosto de 1542 alcanzó la
desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico.
Asi mismo, Orellana informó que la zona estaba densamente poblada,
sugiriendo niveles de población que exceden incluso los que se presentan
hoy día. A pesar de que es posible que Orellana haya exagerado el nivel
de desarrollo de los amazónicos, sus descendientes seminómadas tienen
la extraña particularidad entre las sociedades primitivas de una
aristocracia hereditaria, aunque sin tierras, una anomalía histórica
para una sociedad sin una cultura agraria sedentaria.
Esto
sugiere que estas culturas fueron anteriormente sociedades agrarias más
civilizadas pero que, después de la catástrofe demográfica en América
tras la llegada de los europeos en los siglos XVI y XVII, revirtieron a
modos de existencia menos complejos aunque manteniendo ciertas
tradiciones. Además, muchos pueblos indígenas se vieron forzados a
adaptarse a una vida nómada para protegerse del colonialismo. Esto pudo
hacer menos atractivos algunos beneficios de la terra preta, como su
capacidad para autorenovarse, debido a que los granjeros debían mudarse
para estar seguros. «Talar y quemar» pudo entonces haber sido una
adaptación a esas condiciones.
El primer ascenso del río Amazonas por un europeo fue en 1638 por
Pedro Texeira, portugués, quien invirtió la ruta de Orellana y alcanzó
Quito a través del río Napo. Regresó en 1639 con los padres jesuitas
Acuna y Artieda, delegados del virrey del Perú para acompañar a Texeira.
A
principios del siglo XX, Manaos vivía intensamente de la denominada
Fiebre del caucho. Considerada la ciudad brasileña más desarrollada y
entre las más prósperas del mundo, Manaos era la única ciudad del país
en tener luz eléctrica y sistema de agua por caños y alcantarillas. El
apogeo del ciclo del Caucho se dio entre los años 1890 y 1920, época en
que la ciudad gozaba de tecnologías que otras ciudades del sur de Brasil
aún no tenían, como tranvías eléctricos, avenidas construidas sobre
pantanos, y edificios imponentes y lujosos, como el Teatro Amazonas, el
Palacio de Gobierno, el Mercado Municipal y el predio de la Aduana.
El Ferrocarril Madeira-Mamoré, construido entre 1907 y 1912 en el
estado de Rondônia, también conocido como el ferrocarril del diablo
debido a las miles de muertes ocurridas durante su construcción, el
último trecho de la vía férrea, fue inaugurado con la llegada del primer
tren a la ciudad de Guajará Mirim, fundada en esa misma fecha. El
ferrocarril tenía como propósito principal transportar la producción de
caucho de Bolivia y Brasil hacia el puerto de Belém.
La línea férrea fue parcialmente desactivada en los años 1930 y
totalmente desactivada en 1972. Volvió a funcionar en 1981 en un trecho
de apenas siete kilómetros de los 364 del total original y solamente
para fines turísticos.
Ecosistema
La
selva amazónica se desarrolla alrededor del río Amazonas y de su cuenca
fluvial. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de una
vegetación tupida y exuberante, siempre verde. El título de el pulmón
del planeta que ostenta la Amazonia no es metafórico ya que mantiene un
equilibrio climático: los ingresos y salidas de CO2 y de O2 están
balanceados. Los científicos ambientalistas concuerdan en que la pérdida
de la biodiversidad es resultado de la destrucción de la selva, y que
se evidencia con la aparición en el área del Caquetá a un sistema
anterior del bosque selvático en el cual se utilizaron suelos de forma
permanente “tierras pretas” gracias a su progresivo abono y por lo que
así evitó las migraciones.
Fauna y flora
Toda
la fauna de la selva tropical húmeda sudamericana está presente en la
Selva Amazónica. Existen en ella innumerables especies de plantas
todavía sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios
y millones de insectos.
Desde los insectos hasta los grandes mamíferos como el jaguar, el
puma, la danta y los venados. Reptiles como tortugas, caimanes, babillas
y serpientes, como la famosa anaconda, también lo habitan. Hay aves
(entre las que se destacan el guacamayo, el tucán, el águila arpía,
etc.) y peces de todas las especies, plumajes y escamas, también en sus
aguas vive el Delfín Rosa o rosado. En las lagunas a lo largo del Río
Amazonas florece la planta Victoria amazonica, cuyas hojas circulares
alcanzan más de un metro de diámetro.
Es tan amplio su aporte en especies de peces y plantas acuáticas que enumerarlas ocupa muchísimo lugar.
Para los aficionados al acuarismo, se trata de la fuente que provee
la mayor cantidad de especies piscícolas que hoy en día pueblan los
comercios y acuarios del planeta. Un 20% de las especies mundiales de
aves y plantas se halla en el bosque amazónico, cada año desaparecen más
de 2000 especies.
La Amazonía Peruana es una de las regiones de mayor riqueza
biológica del mundo, pues la presencia de diferentes pisos altitudinales
que posee en su unión con la Cordillera de los Andes, origina gran
cantidad de zonas aisladas y, por lo tanto, un alto índice de
endemismos.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Amazonia
JAGUAR
PUMA
TORTUGAS
CAIMAN
ANACONDA
GUACAMAYO
TUCAN
AGUILA ARPIA
PIRAÑA
DELFIN ROSADO
La selva amazónica lucha por su supervivencia
Las
imágenes por satélite muestran que los bosques amazónicos se pusieron
más verdes durante la sequía de 2005, en vez de deteriorarse. El color
verde de la imagen muestra que la vegetación crece durante la época de
sequía. La línea negra delimita la selva del Amazonas.
La mayoría de la vegetación mundial crece y reverdece en la época de
lluvias, hasta que llega la época seca, cuando se para su crecimiento y
caen las hojas. No obstante, un estudio de la Universidad de Arizona
muestra que una gran parte de la selva del Amazonas hace todo lo
contrario. Alfredo R. Huete y Scott Saleska, responsables del estudio
afirman que este singular comportamiento sólo se produce en las zonas
vírgenes de selva, y no en las que han sido alteradas o transformadas
para otros usos.
Huete sugiere que las profundas raíces de los árboles podrían
alcanzar el agua incluso en las épocas secas. Por esta razón, este
crecimiento del verdor apunta a que el bosque amazónico puede ser más
resistente que lo que los modelos combinados de clima y ciclo de carbono
suponen, al menos a corto plazo, por lo que solicitan mejorar los
modelos incorporando sus observaciones, y comprender así mejor los
sistemas tropicales o fenómenos como El Niño. En cualquier caso, su
hallazgo no cambia los riesgos de deforestación y fuego en los bosques
del Amazonas.
El estudio se realizó a partir de imágenes por satélite tomadas
durante cinco años por un instrumento de la NASA denominado MODIS, y
forma parte de una investigación más amplia que estudia el Amazonas.
La sabana es una llanura ubicada en climas tropicales en la cual la vegetación se encuentra formando un estrato herbáceo continuo por gramíneas perennes, salpicada por algún árbol, arbusto o matorral individual o en pequeños grupos de talla inferior a 10 m. Normalmente, las sabanas son zonas de transición entre bosques y estepas.
Se extiende en zonas de clima cálido a templado.Combina características
del bosque y del pastizal.En los suelos cubiertos por pastos altos
crecen árboles en grupos aislados. Estas zonas se encuentran en
diferentes tipos de ecosistemas y existen varios tipos:
Sabanas de la zona intertropical
Las sabanas propiamente dichas, son biomas generalmente situados en
latitudes intertropicales y raras veces subtropicales. Las sabanas de
África son típicas de unas de las más húmedas, siendo la más famosa la
del Serengueti
que está en Tanzania. Las sabanas de los Llanos colombo-venezolanos
constituyen las típicas sabanas de clima Aw (o clima de sabana).
Caracterizadas por:
Precipitación: con una estación o periodo seco,esto afecta a las plantas y al suelo.
Suelo: escasamente fértil, por el lavado o lixiviación de las sustancias nutrientes
Temperatura: una estación templada, seca y otra calurosa y lluviosa.
Plantas: hierbas, no son frecuentes las concentraciones arbóreas, salvo en las zonas más favorables o junto a los ríos (selva de galería).
Animales: diferentes especies de mamíferos, pájaros e insectos.
Clima: Las sabanas de África son típicas de las sabanas más húmedas
Sabanas templadas
El nombre más frecuente de este bioma es el de praderas,
que son biomas localizados en latitudes medias de los cinco
continentes, caracterizados por poseer un clima de veranos más húmedos e
inviernos fríos y secos:
agua: relativamente escasa;
temperatura: Una estación templada y una calurosa (a menudo con un invierno frío);
suelo: fértil;
plantas: Hierbas;
animales: Mamíferos, pájaros e insectos
Actividad humana: Bastante intensa: cultivo de cereales, etc.
Sabanas mediterráneas
Son biomas localizados en latitudes medias de los cinco continentes con clima mediterráneo. Se caracterizan por:
Agua: Semi-áridas
Suelo: Pobre y normalmente sin vegetación.
Plantas: Vegetación endémica
Fauna: Elefantes, jirafas, ciervos, leopardos... También se encuentran variados mustélidos.
Sabanas montañosas
Se encuentran a altitudes elevadas (zonas alpinas y subalpinas) en
diferentes regiones del planeta. La mayoría se sitúan en las montañas de
África. Se caracterizan por haber evolucionado como islas, aisladas por
las especiales condiciones climáticas y, frecuentemente, albergan
muchas especies endémicas. Las plantas características de este hábitat
muestran adaptaciones tales como estructuras en roseta, superficies cerosas y hojas pubescentes. Se sitúan en el continente americano. Muchas precipitaciones
Sabanas de galería
Este tipo de sabanas crecen sobre las riberas pedradonas de los ríos.
Vegetación
Herbáceas: Gramíneas de los géneros Andropogon, Louditia, Aristidia; Triodia y Astreba son tipicas de Australia. Estas herbáceas a veces superan los 2 m muchas veces por su tamaño pueden ser confundidas con estepas
(pseudoestepas), especialmente entre sabanas y desierto. Las gramíneas
tienen xeromorfía con aparato vegetativo en haces densos y rizomas de
crecimiento activo, enraizamiento denso y semillas abundantes.
Arbustivo: Diversos; sin vegetación emergentes de las hierbas
"campos de amazonia". Con árboles y arbustos diseminados "campos
cerrados"; Con árboles abundantes "bosques claros".
Características: Enraizamiento potente y profundo; hojas caducas en
estación seca; Troncos bajos y tortuosos; Coronas escalonadas; Corteza
fuerte protectora de fuego; Hojas grandes coriáceas.
Especies: Acacia, Albizia, Prosopis, Afzalia, etc.
La fauna y la flora de Venezuela es abundante y diversa, como
producto de las diferencias paisajísticas, climáticas y topográficas de
la Gran Sabana. En las serranías de este zona pueden hallarse especies
vegetales como cedros, árboles maderales, diversos ejemplares de palmas y
orquídeas. En su zona sur existen árboles que alcanzan hasta 40 metros
de altura. Los estados de Apure y Barinas, ubicados al suroeste y al
occidente de Venezuela, respectivamente, son ricos en especies como el
pardillo, la gradilla, la caoba y la vera. En los llanos predominan los
pastizales y las palmas moriche a lo largo del curso de las aguas.
Estas especies vegetales conviven con los animales propios de las
diferente zonas tropicales. Especimenes como los osos hormiguero y
frontino, el jaguar, el puma, el matacán, el chigüire, la danta, la
nutria, el perro de agua, los simios. La anaconda, boa o la serpiente de
cascabel.
En geografía se define como desierto a la zona terrestre en la cual las precipitaciones casi nunca superan los 250 milímetros al año y el terreno es árido. El desierto puede ser considerado un ecosistema o un bioma.
Un desierto es un bioma que recibe pocas precipitaciones. Tienen reputación de tener poca vida,
pero eso depende de la clase de desierto; en muchos existe vida
abundante, la vegetación se adapta a la poca humedad y la fauna
usualmente se esconde durante el día para preservar humedad. El
establecimiento de grupos sociales en los desiertos es complicado y
requiere de una importante adaptación a las condiciones extremas que en
ellos imperan. Los desiertos forman la zona más extensa de la superficie
terrestre: con más de 50 millones de kilómetros cuadrados, ocupan casi
un tercio de ésta. De este total, 53% corresponden a desiertos cálidos y
47% a desiertos fríos.
Los procesos de erosión son factores importantes en la formación del paisaje desértico. Según el tipo y grado de erosión que los vientos y la radiación solar han causado, los desiertos presentan diferentes tipos de suelos: desierto arenoso es aquel que están compuesto principalmente por arena, que por acción de los vientos conforma las dunas, desierto pedregoso o rocoso es aquel cuyo terreno está constituido por rocas o guijarros (este tipo de desiertos suele denominarse con la palabra árabe hamada).
Los desiertos pueden contener valiosos depósitos minerales que fueron
formados en el ambiente árido, o fueron expuestos por la erosión. En
las zonas bajas se pueden formar salares. Debido a la sequedad de los desiertos, son lugares ideales para la preservación de artefactos humanos y fósiles.
También se define desierto como un lugar despoblado, no habitado por humanos ni apenas por ser vivo alguno. Según esta definición, también son desiertos los situados en climas más fríos, como el ártico o la tundra
DESIERTO
Desde épocas ancestrales el desierto ha sido un
ecosistema cautivador; los millones de personas que lo visitan regresan
con otra visión de la vida en la tierra. Y es que el desierto es
fascinante, con un espíritu propio que no puede explicarse con palabras
simples.
El desierto ha permanecido intacto a lo largo del
tiempo, como un último bastión de la naturaleza que insiste en
maravillarnos con sus exóticas formas e intrincadas ecologías, compuesta
por formas de vida inimaginables que a la menor provocación nos ofrecen
todo su colorido y magnificencia.
Qué es desierto
La
palabra nos remite a un lugar carente de vida, estéril, donde las
condiciones ambientales son tan adversas que no puede sobrevivir nada;
pero un lugar así no existe en nuestro país, ya que nuestro territorio
es un lugar lleno de vía (México es considerado el cuarto lugar mundial
en biodiversidad); por ello, el término desierto aplicado a los
ecosistemas áridos es muy impreciso, y aun incorrecto, ya que
habitualmente lo usamos para referirnos a zonas con escasa precipitación
pluvial, pero no por ello carente de vida, por lo que sería mejor
llamarlos matorrales, chaparrales, matorral xerófilo o matorral
desértico.
Más del 14% de la superficie del planeta está ocupada
por desiertos, situados principalmente en áreas vecinas a los trópicos.
En este bioma el factor limitante es el agua: las precipitaciones no
llegan a los 250 mm por año, mientras que la temperatura media anual es
de 30'C. Los desiertos no son regiones muertas. Después de una lluvia
repentina, una superficie arenosa se puede poblar de plantas, flores y
pequeños animales
También aportan sequedad las corrientes marinas
frías que pasan por las costas de algunos continentes formando
desiertos de franja, como el de Atacama, en Chile. En los desiertos
tropicales cálidos, cuyo ejemplo típico es el Sahara, la escasez de
vapor de agua en la atmósfera hace que un 90% del calor del sol llegue
hasta el suelo.
De noche, la temperatura baja con rapidez porque ese calor se disipa en la atmósfera.
Para
la mayoría de las personas el desierto es un lugar extenso, árido,
estéril, deshabitado y cubierto de arena. Sin embargo, las zonas áridas
son hogar de una gran diversidad de plantas y animales y del 13% de la
población humana mundial. Una gama impresionante de colores que van
desde el blanco más brillante, hasta el rojo y negro más profundos,
pasando por algunas tonalidades de verde y azul. Plantas, reptiles y
aves conforman un interesante calidoscopio de formas, patrones y
colores. Así es el desierto, uno de los ecosistemas más emocionantes,
variados y útiles para los humanos.
El desierto más extenso del mundo es el Sahara.
Se
extiende sobre casi 9.000.000 de km2, en el norte de África y en la
península Arábiga. Registra las temperaturas máximas del planeta (hasta
58º C), y tiene tres tipos de terreno: hamadas o mesetas rocosas, regs o
desiertos de piedras, y ergs o extensiones donde la arena forma médanos
o dunas de hasta 200 m de altura. En tiempos antiquísimos el Sahara
disponía de agua en cantidad suficiente, con flora y fauna muy ricas,
según lo atestiguan pinturas sobre rocas de hace unos 5.000 años.
Los
suelos de los desiertos son, en general, sumamente áridos y están
compuestos de arena. A pesar de la dureza de las condiciones, donde
surge el agua de las napas profundas aparecen los oasis , muy ricos en vegetación.
Los oasis
En
los desiertos de Asia y de África se llama oasis a los islotes de
vegetación y concentración faunística. Su ubicación a lo largo del
territorio determinó, en tiempos prehistóricos, las migraciones humanas y
las rutas de las caravanas. En sus márgenes surgieron aldeas y
ciudades. Un oasis es una fuente permanente de agua potable, un
manantial junto al cual crecen palmeras, olivos y árboles frutales, y se
pueden desarrollar actividades agrícolas y de cría de ganado. En varios
países africanos y asiáticos se ha intentado, con éxito, crear oasis
artificiales mediante la extracción del agua de las napas profundas.
En
América del Norte hay cuatro desiertos, El Great Basin, el Mojave, el
Sonorense y el Chihuahuense. Además de ser el más grande, el desierto
Chihuahuense es también una de las tres zonas áridas y semi áridas con
mayor diversidad biológica en el mundo. Pasear por sus valles es
descubrir un mundo casi inimaginable de pequeñas y grandes maravillas:
multitudes de insectos de mil colores, tamaños y formas, reptiles
fascinantes, cactáceas únicas. Vastos pastizales, montañas cubiertas de
bosque, pozas de agua cristalina, dunas de arena blanquecina, vestigios
petrificados de un lejano pasado bajo el mar.
Más de la mitad del territorio nacional está ocupado por desiertos.
Nuestro
país es especialmente rico en ecosistemas áridos, y no sólo porque
éstos ocupan cerca del 40% del territorio nacional, sino porque existe
una gran cantidad de variantes según la región y los microclimas
particulares; tales ecosistemas abarcan la mayor parte de la península
de Baja California, las planicies costeras y las montañas bajas de
Sonora; son característicos del altiplano mexicano, partiendo desde
Chihuahua y Coahuila hasta Jalisco, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro y el
Estado de México, prolongándose en forma de una faja estrecha, a través
de Puebla, hasta Oaxaca; además forman parte de la llanura que va desde
el este de Coahuila hasta el centro de Tamaulipas, penetrando en algunos
parajes de la Sierra Madre Oriental.
CHIHUAHUA
El
Desierto Chihuahuense se ubica en 10 estados de la República Mexicana -
Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San
Luis Potosí y parte de Hidalgo, Querétaro y Aguascalientes- y dos de la
Unión Americana -Nuevo México y Texas-.
El Desierto Chihuahuense
se encuentra dominado por paisajes de montañas y cuencas cuyos
drenajes, al no tener salida al mar, han producido grandes abanicos
aluviales y grandes zonas de inundación temporal, en las que la
evaporación del agua conlleva la formación de depósitos de sales
El
agua es escasa en los desiertos. Particularmente en el Chihuahuense, la
precipitación pluvial anual es de 200 milímetros en promedio
Un
año con mayor precipitación es de 400 milímetros. Esta cantidad de agua
es muy poca si la comparamos con los 4,000 milímetros de precipitación
pluvial promedio de la selva
casi 400 especies de la familia
cactae. Estos ejemplares muestran diferentes tipos de espinas y
cubiertas cerosas que les permiten almacenar agua y subsistir en
condiciones de extrema aridez La lluvia, fuente de vida
Resulta
sorprendente como los seres vivos de estas zonas han logrado solucionar
la escasez de agua, ya que en estas regiones llueve menos de 700
mm/año, inclusive en algunas partes pueden pasar años sin que ocurra un
aguacero significativo (como referencia, en la ciudad de México llueven
cerca de 750 mm/año, y en una selva tropical caen por lo menos 2 000
mm/año). Sin embargo, no sólo la carencia de humedad moldea al matorral,
sino también el clima, que suele ser extremoso, con grandes cambios de
temperatura, siendo las noches frías y los días muy calurosos.
En
estas condiciones, las plantas y los animales han desarrollado
ingeniosas adaptaciones a lo largo de millones de años, algunas muy
visibles, como hojas pequeñas para evitar la evaporación, tallos gruesos
como reservorio del codiciado líquido, y espinas a modo de defensa
contra los animales sedientos. La fauna de estas zonas también ha
desplegado corazas de protección, ingeniosos sistemas de almacenamiento
de humedad y una alimentación que aprovecha al máximo el agua
disponible; pero sobre todo ha desarrollado una forma de vida y un
metabolismo que le permite sobrevivir y reproducirse aun en los años más
difíciles.
En general, las lluvias no guardan un ritmo estacional. Algunos
desiertos reciben más precipitaciones en invierno; en otros, puede no
llover durante diez años. Las semillas sobreviven protegidas por sus
duras cortezas; cuando llueve, siempre torrencialmente, germinan con
rapidez. Rápidamente las plantas crecen, florecen y generan nuevas
semillas. Las que no mueren enseguida deben resistir el clima seco y,
por un mecanismo de adaptación a la sequía, absorben y conservan agua
El
cacto americano, por ejemplo, la almacena en su tallo; las hojas,
transformadas en espinas, no eliminan agua y defienden a la planta. El
proceso de fotosíntesis tiene lugar en las células superficiales del
tronco. En general, las plantas del desierto tienen raíces muy profundas
para captar la humedad subterránea, y crecen muy alejadas unas de otras
para aprovechar mejor el agua. Con la vida vegetal se renueva
también la fauna. Aparecen numerosos insectos, arañas, escorpiones y
ciempiés. En los charcos que se forman temporariamente se activan huevos
de crustáceos que han estado largo tiempo -a veces, décadas- en estado
latente. Ranas y sapos se multiplican, y al evaporarse el agua se
entierran para escapar del calor. En los reptiles del desierto, las
escamas evitan la pérdida de agua. Los mamíferos que prevalecen son
roedores excavadores, que se alimentan de semillas. Poseen patas
posteriores fuertes, con las que saltan y se desplazan rápidamente. La
rata canguro vive en los desiertos americanos; el jerbo y la rata del
desierto, en África, y el canguro marsupial en Australia. Sólo en las
cercanías de los charcos pueden subsistir algunas especies de
herbívoros. Ciertas cebras africanas detectan la presencia de aguas
subterráneas, y construyen sus bebederos excavando con las pezuñas.
A
pesar de la sequedad y el calor extremos, los desiertos no son regiones
muertas. Al atardecer o cuando cae la noche, comienzan a mostrarse
aves, reptiles, roedores. FAUNA
Los animales también tienen diversas estrategias para sobrevivir a las duras condiciones del desierto.
Algunos
ponen huevos muy resistentes a las condiciones de sequedad, los que
suelen sobrevivir durante años hasta que se den nuevamente las
condiciones de humedad que permitan su desarrollo.
Los pocos
anfibios que existen en los desiertos son animales capaces de permanecer
largo tiempo en letargo (somnolencia) durante los períodos secos; así,
al igual que las plantas e insectos, esperan que llegue alguna lluvia
para aparearse y poner huevos. Tal es el caso de la ciclorama, de
Australia, que puede permanecer en letargo, enterrada en el suelo, por
varios años.
Muchos animales del desierto, como aves y roedores,
mantienen reducidas poblaciones y solo se reproducen después de las
precipitaciones de invierno, cuando el crecimiento de la vegetación
asegura el sustento.
La mayoría de los animales que habitan en el
desierto no beben casi nada de agua, obteniéndola del propio
metabolismo de los alimentos, como es el caso de los almidones, que al
metabolizarse, producen dióxido de carbono y agua, los que les permite
vivir sin beber por largos períodos de sequía.
La mayoría de los
animales que viven en el desierto aprovechan de salir cuando las
condiciones son favorables, sobre todo en el amanecer y el crepúsculo,
evitando los grandes calores diurnos y los extremos fríos de la noche,
cuando permanecen en sus madrigueras. CONSUMIDORES
El
caso de los mamíferos, por su extraordinaria importancia al ocupar los
dos niveles de consumidores: primario y secundario, los mamíferos en el
Desierto Chihuahuense suman alrededor de cien especies de importancia
ecológica y económica
Interacciones ecológicas, a las relaciones
que sostienen las especies entre sí se les llama interacciones
ecológicas. Estas pueden afectar en forma positiva, negativa o neutra el
crecimiento de las poblaciones
MADRIGUERA
Muchos
de los animales que habitan el desierto tanto los de hábitos nocturnos
como los de hábitos diurnos -, desarrollan una vida subterránea. Sus
refugios bajo tierra les sirven para descansar en las horas de mayor
insolación y temperatura, así como entre periodos de alimentación
Además, ahí se protegen del ataque de otros animales y almacenan
alimentos con los cuales pasan la época de escasez.
Perritos de la pradera
Los
perritos de la pradera o perritos llaneros que habitan esta región del
Desierto Chuihuense, pertenecen a una especie que quedó aislada de sus
familiares más cercanos y evolucionó separadamente formando una nueva.
Murciélagos
Una
de las principales muestras de adaptabilidad de los animales a las
condiciones específicas del desierto, es su capacidad para desarrollar
hábitos nocturnos de casa y alimentación, lo que les permite evitar las
altas temperaturas diurnas.
Los
animales del desierto han desarrollado distintas maneras de comportarse
durante la noche. Algunos de ellos viven únicamente en el Desierto
Chihuahuense, como la especie del murciélago conocida como magueyero,
pues gran parte de su alimentación está relacionada con el néctar y
polen de los magueyes
Existen 138 especies de murciélagos y de
ellas 26 habitan en el desierto. Los murciélagos que viven en zonas
áridas se dividen en 4 grupos: consumidores de néctar y polen, cazadores
de insectos, consumidores de frutos y una sola especie que se alimenta
de sangre
Siempre
relacionados con supersticiones, la imagen de los murciélagos bebedores
de sangre nos ha llevado a pensar erróneamente que todos estos
mamíferos voladores son nocivos para el hombre. Sin embargo, los
murciélagos tienen una enorme importancia al ocupar diferentes eslabones
en las cadenas alimenticias de los desiertos
Entre los
consumidores secundarios predominan los que comen insectos y entre los
primarios se encuentran los que se alimentan de néctar y polen. Las
cuevas, refugios de estos organismos durante el día, son usadas para
descansar entre períodos de alimentación. Al atardecer salen a buscar
alimento. FLORA:Aunque las suelos del desierto son
muy secos, es posible encontrar vida en gran parte de ellos. Todos los
desiertos, incluyendo los más áridos, albergan vida en su superficie,
desde vegetales, a veces poco aparentes, hasta curiosos animales, los
que son capaces de adaptarse a este difícil medio en que les tocó vivir.
Las
plantas, por ejemplo, han desarrollado sus propias formas de conservar y
utilizar el agua, como una forma de supervivencia. Puede ser que sus
semillas permanezcan en el suelo incluso durante años, hasta que las
precipitaciones las mojen y vuelven a brotar. Esto ocurre con el
fabuloso desierto florido que adorna nuestro país en años lluviosos,
donde las plantas tienen una vida muy corta; es decir, germinan, brotan,
florecen, asemillan y mueren en un tiempo muy breve. Otras plantas,
como las leñosas, en cambio, desarrollan otras estrategias: o tienen
grandes raíces, capaces de alcanzar fuentes de agua a gran profundidad, o
las extienden para captar rápidamente la humedad del rocío o las
lluvias ocasionales. Normalmente, las hojas de las plantas del desierto
son muy pequeñas, facilitando la conservación del agua, ya que su área
de transpiración es más reducida.
Quizás las plantas de desierto
más conocidas y mejor adaptadas son las suculentas (carnosas), entre las
que destacan las cactáceas (cactus), que tienen tallos y raíces
carnosos capaces de almacenar agua para períodos críticos. Han perdido
sus hojas, disminuyendo al mínimo la transpiración. La fotosíntesis,
propia de las hojas, la realizan los tallos, provistos de clorofila, los
que además tienen una cutícula cerosa para disminuir la pérdida de
agua.
Tipos de vegetación
En el desierto existen cuatro principales formas de vegetación:
•
En primer lugar están las plantas cuyo ciclo de vida depende de las
precipitaciones ocasionales y crecen solo cuando hay humedad, es decir,
cuando llueve. En tal caso sus semillas germinan, brotan, florecen y
producen nuevas semillas con gran rapidez.
• Por otro lado están
los matorrales, que normalmente se presentan con ramas tortuosas
desprovistas de hojas, pero cuyas largas raíces penetran en la
profundidad del suelo hasta alcanzar la humedad. Estos se desarrollan
básicamente en desiertos fríos. Sus hojas se caen al poco tiempo,
quedando como vida latente hasta el próximo período de lluvia.
•
Otro tipo de vegetación desértica son las plantas que acumulan agua en
sus tejidos, como son los cactus descritos con anterioridad. Cabe
señalar que todos los cactus son originarios de América, y de ellos en
Chile existen alrededor de 180 especies, la mayoría de las cuales se
desarrollan en el extremo norte.
• Finalmente está la microflora,
donde destacan los líquenes, que sobreviven incluso en las peores
condiciones de humedad, gracias a la simbiosis de las algas y los hongos
que los conforman
Las
flores son un gran despliegue publicitario, rico en colores, formas y
aromas que con gran esfuerzo elaboran las plantas para lograr su
reproducción, y la clave para entender todo este esfuerzo es la
polinización. Dicho fenómeno es el paso de polen a la porción femenina
de flor para fecundarla (el polen fecunda a los óvulos contenidos en el
engrosamiento basal de las flores, el ovario, que después formará el
fruto). Esta travesía del polen se realiza con la ayuda de agentes que
lo transportan de flor en flor, y que pueden ser el viento, la lluvia o
algún animal, como abejas, avispas, mariposas, polillas, escarabajos,
colibríes y los murciélagos.
En este proceso el beneficio es mutuo, ya que la planta logra su
reproducción y los animales suelen recibir recompensas por su eficiente
trabajo, como un delicioso y nutritivo néctar, polen para comer,
perfumes embriagadores... o un gran engaño, ya que algunas especies de
plantas ofrecen recompensas que en realidad no existen.
Gracias
a una lluvia repentina y abundante, a una onda cálida y húmedo o a
algún otro factor momentáneo y marcado, las floraciones en el desierto
se desarrollan de la noche a la mañana; así, millones de flores
despliegan su fantástico colorido y sus múltiples formas en pos de un
polinizador que realice el delicado transporte. Ante tal abundancia es
vital que existan polinizadores suficientes para todos, y habitualmente
los hay, gracias a que la floración y la aparición de insectos vas a la
par. Si uno se fija bien, tal cantidad de flores debería provocar una
feroz competencia entre las especies para atraer a los polinizadores;
para evitarlo, las flores son diferentes entre sí, las hay blancas,
rojas, amarillas, pequeñas, grandes, perfumadas, colgantes, etcétera, y
es que cada especie de planta ha logrado desarrollar a lo largo de
millones de años el atractivo necesario para una especie particular de
polinizador, distinguiéndose paulatinamente para que el animal sepa
dónde está su flor, llegando al extremo de que en algunos casos sólo hay
una especie de polinizador por tipo de flor, lo cual es benéfico porque
asegura el transporte y la fecundación, pero también es riesgoso, pus
si el polinizador se extingue la supervivencia de la especie de planta
pasará graves peligros.
Analizando
la forma y el color de las flores se puede tener una buena idea del
tipo de polinizador que la visita; por ejemplo, el color rojo suele ser
mayor atractivo para las mariposas, las flores de polinización por
colibríes son tubulares y anaranjadas, y las moscas prefieren las flores
café de mal olor.
La
floración en el desierto es un fenómeno de gran belleza, inspirador de
obras de arte y de los mejores sentimientos de que es capaz el hombre,
pero también es una etapa de febril actividad tanto para las plantas
como para los animales, en breve momento de efervescencia vital es uno
de los ecosistemas más frágiles y hermosos del mundo sobre el cual la
mano del hombre no ha sido tan devastadora como en otros. EXPLOTACIÓN
Los
ecosistemas de las zonas áridas no presentan grandes atractivos
económicos, pero no dejan de ser una fuente de materiales tal valiosos
como la cera de candelilla, la gran variedad de cactáceas y otras
plantas usadas como ornato, y otros recursos, como la minería.
El
principal factor de alteración de los ecosistemas áridos es el pastoreo
que en ellos se da, principalmente de cabras y ovejas, y la
sobreexplotación de las especies, que son extraídas sin ninguna
regulación ya sea por traficantes profesionales o por paseantes
inconscientes; de cualquier manera, los matorrales forman una parte muy
importante de nuestro país, tanto por la superficie que ocupan como por
su función biológica y económica, por lo que merecen respeto y
justifican todos los esfuerzos que se hagan a favor de su conservación.