Mendel tuvo suerte al haber elegido las plantas de chícharo
y encontrar características contrastantes que se podían observar muy claramente
para distinguir las diferencias. Sin embargo, no todas las características se
manifiestan de esa manera. Experimentos posteriores realizados por otros
investigadores demostraron que al estar presentes un gen dominante y uno recesivo
en un individuo, puede ocurrir que se observe una característica intermedia,
como en el caso de la flor maravilla, donde la característica dominante es el
color rojo, la recesiva es el color blanco y las heterocigotas —que tienen un
gen dominante y uno recesivo— tienen flores de color rosa. En este caso existe
dominancia incompleta, la cual se puede presentar tanto en plantas como en
animales
También puede suceder que una característica esté
determinada por un conjunto de genes, como es el caso del color de los ojos, el
de la piel o la estatura, en cuyo caso puede haber tres o hasta cinco pares de
genes que codifican esa información. A esta condición se le llama podogenia.
Por ejemplo, en el caso del color de la piel, hay de tres a siete
pares de genes: el color oscuro es dominante y el claro es recesivo. (bien
tiene todos los alelos dominantes posee la piel completamente oscura, mientras
que quien posea todos los alelos recesivos la tiene muy blanca. Los demás
colores intermedios son el resultado de la combinación y el número de alelos
dominantes y recesivos.
Un caso muy interesante es el de los grupos sanguíneos. E
es: e caso hablamos de aleles múltiples. Sabemos que existen cuatro posibles
tipos de sangre: A, B, AB y O. Existen tres posibles alelos para el tipo de sangre, que son A, E y O. Cada
individuo recibe c ígotos progenitores un par de alelos y dependiendo de cuáles
se2 s e:á el tipo de sangre que presente. Los alelos A y B son dominantes y el
O es recesivo
Como puedes observar, cuando están presentes tanto el
alelo contrario el B, se produce el tipo de sangre AB; este fenómeno se denomina
codominancia, y consiste en que los dos alelos dominara' [ se expresan y son
observables en el fenotipo. También podemos notar que para que una persona
tenga sal a-Te tipo O es necesario que estén presentes los dos alelos recesivo
Contrario a lo que podríamos pensar, que los alelos rececesivo ( sean escasos,
resulta interesante señalar que en México el tipo sangre más común es precisamente
el O, a diferencia de otras áreas, como África o Europa, donde predominan otros
grupo ( sanguíneos. La sangre tipo O también se conoce como sangre tipo cero por
que carece de ciertos marcadores en la superficie de sus célula por eso. Por
esta razón puede ser donada a cualquier receptor. la sangre tipo O es donador
universal, justamente porque puede dar a todos los grupos sanguíneos sin que
haya problema de rechazo.
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