Imperialismo de los Estados Unidos de América
En América Latina el imperialismo inglés,
francés y, posteriormente,alemán, fueron desplazados por una potencia que para
el siglo XX se consolidó como la más fuerte: Estados Unidos de América.
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;Una vez que los problemas internos de los norteamericanos concluyeron con el triunfo de los estados antiesclavistas en la guerra de secesión, paradójicamente reiniciaron una política expansionista ya como país, por lo que en 1867 le cbrnPraron Alaska a Rusia. Más tarde, establecieron posesiones en el Caribe al ocupar Puerto Rico, y en el Pacífico al asentarse en Hawai: después instalaron bases marinas en Samoa y Filipinas (junto con Puerto Rico. ganados y anexados a partir de su triunfo en la Guerra Hispanoamericana, 1898). sin olvidar que, ya desde de 1848, le declararon la guerra a México y le despojaron de un vasto territorio.
En lo referente a la base material que les
permitía a los norteamericanos consolidarse. Es necesario señalar el papel que
jugó la abundancia de fuerza de trabajo llegada de Europa. Que hada 1913
ascendía a 1,200,000 inmigrantes desplazados de Inglaterra. Irlanda. Alemania.
Italia. Austria-Hungría. Rusia. Turquía. y en menor medida población de origen
croata. eslovaca y armenia. En cuanto a su producción, de 1870 a 1914, Estados
Unidos se constituyó en un gran país agrícola y ganadero: trigo, maíz, algodón,
tabaco, carne de cerdo y de res, etc., llenaban su mercado y el de la Europa
industrial. Este fuerte desarrollo aprovechó e incrementó el tendido de vías
férreas por lo que inmediatamente después de la guerra de secesión, los hombres
de negocios se interesaron por conectar el este con el oeste. La apertura del
primer ferrocarril «transcontinental» -el Union and Central Pacific-, en 1869,
fue acogida como una victoria.
En lo referente al sector industrial, éste se
había desarrollado aun antes de la guerra civil: así, desde finales del siglo
XVIII, Nueva Inglaterra poseía herrerías y astilleros de construcción naval, a
los que se añadieron a principios del siglo XIX, fábricas textiles. Se crearon
también talleres de construcción mecánica para responder a las necesidades del
transporte. Este desarrollo se vio favorecido por la abundancia de materias
primas, por su facilidad de explotación, por las dimensiones del mercado y por
el nivel de vida de los consumidores, pero sobre todo, gracias al asentamiento
de empresarios sumamente agresivos e innovadores (los Carneegie, los Frick, los
Rockefeller, los Melton, los Margen). quienes promovieron una industrialización
diferente a la de otros países. Se hizo hincapié en la producción en masa, en
la utilización de piezas intercambiables y en la economía de mano de obra.
Recordemos que la industria americana recurrió
masivamente a una fuerza de trabajo compuesta de inmigrantes, mal pagados y
poco especializados; por ello desarrolló técnicas de ensamblaje muy simples, que
alcanzaron su perfección con la cadena de montaje de las fábricas de Henry Ford
en Detroit a comienzos del siglo XX. Estas bases permitieron a os
estadounidenses aventajar a sus competidores europeos, principalmente
Inglaterra y Alemania, que requerían de territorios para seguir creciendo e
imponer sus intereses. la competencia entre los europeos se hacía cada vez más
fuerte.
Desarrollo
Si bien el imperialismo norteamericano se
expandió aceleradamente, las contradicciones interimperialistas más importantes
se vivieron en Europa, pues la competencia económica y los intereses
anexionistas obligaron a los países del viejo continente a celebrar una serie
de alianzas con el fin de protegerse, dando lugar a una etapa que se conoce
como «la paz armada». Ya al final del siglo XIX aparecieron signos de
manifiesta hostilidad de Alemania hacia Francia, sobre todo por la anexión que
los alemanes hicieron de los anteriormente territorios franceses de Alsacia y
Lorena. hacia 1870.
Si bien con el canciller Bismarck, Alemania
había logrado cierta unificación interna y una política de equilibrios con
Austria-Hungría al grado de firmar un acuerdo de apoyo mutuo — en caso de ser
agredidas por otro país- y haberlo extendido con el gobierno de Italia para dar
paso a lo que se Hamo la Triple Alianza (1882), con el ascenso de Guillermo II
— al frente del gobierno alemán, 1890- la política interna y externa que
impulsó la llamada caNeltpolitik», dio paso a la idea de una Alemania superior
y capaz de desarrollar su hegemonía mundial. La respuesta del gobierno francés
fue pronta y en 1893 firmó, después de vencer resistencias internas, un acuerdo
con Rusia para que ambas naciones se auxiliaran en caso de una agresión de
parte de Alemania.
S mapa europeo al iniciar el siglo XX, estaba
Heno de conflictos debido a- las tendencias imperialistas de vieja y nueva
aparición. Inglaterra y Francia se habían consolidado como importantísimas
economías durante el siglo anterior: pero, para el último cuarto de ese siglo.
Alemania, Rusia, Japón e Italia reclamaban espadas para su crecimiento político
y económico e intentaban hacerse dueños de territorios tanto en la Europa misma
como en África. Ante la clara política expansionista de Alemania, algo que
parecía imposible se suscitó: Francia y Gran Bretaña firmaron un acuerdo de
cooperación militar que se designó la Entente Cordiale, en 1904.
Mas si bien se firmaba una alianza tan
importante entre dos de las potencias tradicionales, fa guerra se presentaba en
otros frentes; Japón y Rusia se habían opuesto militarmente y el primero
resultó vencedor. en 1905. Esa situación hizo que el imperio ruso volcara su
atención hacia la península de los Balcanes, argumentando su origen eslavo. Tal
determinación le llevó a rivalizar con Austria-Hungría, imperio que consideraba
corno natural su influencia sobre ese espacio. Los rusos. entonces, y
conviniendo a ambos países firmaron un acuerdo con los ingleses, en 1907, por
lo que quedaban unidos Francia, Gran Bretaña y Rusia. Así surgió la Triple
Entente que rivalizaba con la Triple Alianza.
Estos movimientos geopolíticos fueron
ampliamente respaldados por los habitantes de cada Estado-Nación pues sus
gobiernos fomentaron con insistencia diversas justificaciones para convencerlos
del peligro que representaban los -otros» paises. Por ejemplo. Francia
reclamaba que los territorios de Alsacia y Lorena eran parte de su delimitación
nacional: Alemania promovía su idea de dominar toda la Europa Central
(pangermanistno): los distintos estados-nacionales ubicados en la península
balcánica se dividían a favor de Austria-Hungría (Albania, Bosnia y Herzegovina
y Bulgaria). o hacia Rusia ( sobre todo Serbia. que pretendía anexarse a Bosnia
y Herzegovina) o fomentaban el paneslavismo, considerado como un vínculo
indisoluble que aglutinaba a todos los que tuvieran un parentesco lingüístico.
Así se promovían sentimientos nacionalistas o tendentes a nuclearse en torno a
una potencia mayor.
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La situación en la península de los Balcanes se
tomó muy importante puesto que el imperio turco, que dominaba espacios en tal
península, vivió una revolución interna que le hizo perder su fuerza en aquel
territorio, lo que aprovechó Austria para anexarse Bosnia-Herzegovina, acción
que fue respaldada por Alemania. Ese escenario fue benéfico para Bulgaria, que
rompió su dependencia con Turquía y se mostró proclive al imperio ruso.
Para 1912-1913 la situación en los Balcanes se
tomó muy conflictiva, primero porque había cierta unidad para luchar contra los
turcos, a los cuales derrotaron y redujeron a la posesión de Estambul, en
territorio europeo, y luego entre ellos, Serbia, Grecia y Montenegro contra
Bulgaria. De estos hechos resultó un nuevo escenario que beneficiaba a Rusia,
pues Serbia creció, en lo político, significativamente.
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