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domingo, 5 de agosto de 2012

Imperialismo Europeo






Imperialismo Europeo.
¿Sabías que... El gobierno británico hizo circular la idea de la superioridad de /os países civilizados y uno de sus principales promotores fue Joseph Rudyard Kipling, autor de dos textos para público infantil conocidos corno El Libro-de la Selva, fechados en 1894 y 1895. Anterior a estas versiones literarias habían surgido propuestas en las deudas sociales, en las que se señalaba el tránsito que algunas sociedades. corno la francesa, había efectuado de estadios inferiores a superiores. Así nació el positivismo de Auguste Comte. ini-dador de la Sociología y cuyo sustento peimitió al grupo de •,los científicos.. podiristas i<ox plica', su hegemonía en México
 
 
Al iniciar el siglo XIX, las naciones imperialistas más importantes prácticamente se .habían repartido el mundo, por lo que territorios que una o dos décadas atrás no habían sido considerados, sufrieron el embate del capitalismo. Si bien hasta esas fechas la competencia entre los países de Europa se había centrado en Francia e Inglaterra, Rusia comenzó a presentarse como un seno oponente. Harry Magdoff especifica que el proceso de adquisición y consolidación ruso se orientó en cuatro direcciones: Siberia, el lejano Oriente, el Cáucaso y Asia Central. La ambición zarista de un imperio y de puertos cáhdos implicó numerosos choques y conflictos. Ast, la expansión rusa estuvo limitada no sólo por la oposición nativa sino también por las presiones de imperios competidores: uno tradicional, el inglés, y otro en construcción, el japonés.

Inglaterra y Rusia se preocuparon mutuamente por conforme se acortaban distancias entre las fronteras rusas en expansión y la India (colonia inglesa). El motivo dei conflicto se resolvió finalmente cuando ambas potencias acordaron la delimitación de la frontera norte de Afganistán. Una segunda e importante región de conflicto en Asia Central quedó organizada con la firma de un tratado anglo-ruso (1907). para dividir Persia en dos esferas separadas de influencia, dejando una nación persa nominalmente independientemente.

En lo referente al territorio chino, en 1840 la flota inglesa Pegó a b boca del río Cantón para empezar «la Guerra del Opio» -nombrada así porque el gobierno chino destruyó plantíos de esa droga y los ingleses argumentaron tener que ofrecer garantías a sus ciudadanos- para b cual atacaron Hong Kong. Los chinos capitularon en 1842, después de que la flota llegó al Yang Tsé Kiang, Shanghai cayó y Nankín estuvo al alcance de los cañones británicos. El Tratado de Nankin —primero de una serie de tratados comerciales a los que fue obligada China a lo largo de los años- estableció:
mientras tanto la intervención especialmente
1.     La cesión de Hong Kong a la corona británica.
2.     La apertura de cinco puertos, en los cuales los ingleses podrían tener residencia y derechos de comercio.
3.     El derecho de los ciudadanos ingleses, acusados en China de actos criminales, a ser juzgados en cortes británicas.
4.      
La limitación de derechos de importación y exportación a una modesta tarifa.
Los comerciantes occidentales buscaron ulteriores concesiones para mejorar mercados. Pero la debilidad de China, junto con los desgarramientos provocados por extranjera, se intensificó por la multitud de rebeliones campesinas; la de Taiping, que fue masiva y duró de 1850 a 1864_

Las potencias occidentales se aprovecharon de las crecientes dificultades para presionar en favor de tratados de comercio aún más favorables, culminando en una segunda guerra contra China (1856-1860), esta vez por parte de Francia e Inglaterra. •
La derrota de China en la segunda guerra con Occidente produjo una serie de tratados firmados en Tientsin con Inglaterra. Francia, Rusia y los Estados Unidos, los cuales involucraron al mundo occidental en forma más profunda dentro de los asuntos Chinos. 

Los « Tratados de Tientsin» garantizaban, entre otras cosas, el derecho de los ciudadanos extranjeros de viajar por el interior, el derecho de los barcos extranjeros a comerciar y patrullar por el río Yang Tsé Kiang, la apertura de más puertos y además, una jurisdicción legal exclusiva por parte de las potencias extranjeras sobre ciudadanos residentes en China.

Los tratados de esta naturaleza se fueron ampliando a lo largo de los años para garantizar ulteriores privilegios a los extranjeros. Cada vez más, naciones occidentales -incluyendo Alemania, Italia, Dinamarca, Países Bajos, España, Belgica y Austria- Hungría- se aprovecharon de las nuevas oportunidades. firmando dichos tratados.

A inicios del siglo XX. 90 puertos chinos. aproximadamente. habían sido abiertos al control extranjero. Mientras el gobierno chino retenía la soberanía nominal en estos puertos. de hecho.el dominio era ejercido por una o más de las potencias: en Shanghai, por ejemplo. Inglaterra y Estados Unidos fusionaron sus intereses para farrear el Sharighái Internacional Sttlernent (Asentamiento Internacional de Shanghai).

En la mayoría de los puertos bajo tratado, China rentó grandes porciones de tierra a bajos precios a gobiernos extranjeros. Los consulados ejercieron jurisdicción legal en estas concesiones sobre nacionales, quienes de esta forma escaparon a las leyes chinas y al cobro de impuestos. Los enclaves extranjeros tuvieron sus propias fuerzas de policía y sistemas de impuestos. Al mismo tiempo que los territorios asiáticos se transformaban violentamente, el continente africano parecía un enorme rompecabezas.

La división de África, el último continente en ser repartido, fue producto del imperialismo que puso de manifiesto en forma vívida sus rasgos principales. A este respecto, la velocidad y el ritmo de la lucha por África fueron especialmente notables.
Antes de 1880, las posesiones coloniales en este continente eran pocas y estaban limitadas a las regiones costeras, aunque con amplias secciones de la costa y casi todo el interior, todavía independiente. Para 1900, la mayor parte de África estuvo dividida en territorios separados, controlados por naciones europeas. Las únicas excepciones eran Libia, generalmente considerada bajo la protección especial de los Estados Unidos, y Marruecos, conquistado por Francia pocos años después.

El segundo rasgo del imperialismo, el del aumento en el número de potencias, fue también muy evidente, En África, Alemania dio su primer gran impulso para ingresar al club de potencias coloniales: entre mayo de 1884 y febrero de 1885, anunció sus pretensiones sobre territorios en África Sudoccidental, Togo, Camerún y parte de la costa de África Oriental frente a Zanzíbar. Dos naciones más pequeñas, Bélgica e Italia, también ingresaron al club, e incluso, Portugal y España se mostraron activas una vez más en la lucha por territorio africano. El creciente número de participantes aceleró la carrera por la conquista.