Cuando los microorganismos crecen sobre medios sólidos
crean colonias de células en principio provenientes de un individuo originario.
Las características físicas de las colonias son de gran ayuda
en la identificación. Cada microorganismo crece de manera diferente formando
colonias de distinto color, forma, tamaño, textura, olor, brillo, etc.
Existen colonias más o menos elevadas, con bordes enteros, estrellados,
deflecados, y un largo etc. El tiempo de incubación necesario para que
aparezcan las colonias también puede tener valor en la identificación.
Las características de las colonias tampoco ofrecen
un diagnóstico por si solas, pero dirigen los esfuerzos hacia un grupo
más o menos amplio de microorganismos. Hay colonias muy características,
casi exclusivas de determinadas bacterias. Es el caso de las especies de Proteus,
que se extiende ampliamente por la placa formando un velo muy característico.
Otro aspecto muy importante en el diagnóstico fenotípico
es la capacidad de hemólisis de algunos microorganismos. Cuando crecen
en medios de cultivo con sangre algunas bacterias rompen hematíes. Es
una característica taxonómica importante en la clasificación
bacteriana. Algunas bacterias lisan completamente los hematíes formando
halos claros alrededor de las colonias. Es la hemólisis completa o ß-hemólisis.
Otros microorganismos rompen los glóbulos rojos sólo parcialmente.
Son los a-hemolíticos, y forman halos traslúcidos alrededor de
las colonias. Las bacterias que no lisan eritrocitos son no hemolíticas
(?-hemolíticos).
La morfología micro y macroscópica unida a
las características de crecimiento ofrecen casi siempre una identificación
preliminar de cada aislamiento. No obstante son necesarias más pruebas
que confirmen , o que en su caso establezcan definitivamente el nombre de cada
cepa. Se utilizan para ello los requerimientos nutricionales, las enzimas del
metabolismo y la resistencia antibiótica.
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