La biodiversidad engloba a todas las especies de sores vivos que se encuentran en la Tierra. En el planeta existen entre 1.7 y 2 millones de especies, y cada ano los cientificos descubren entre 15 mil y 17 mil espccies Inas. La mayor parte de ellas perteneccn a insectos, que representan la mayor diversidad del orbe.
La contaminacibn generada por el uso de combustibles fOsiles y el exceso de fertilizantes tiene un gran impacto en la perdida de biodiversidad.
Las actividades desarrolladas por el ser humanos, como la agricultura, ganadería, construcción de infraestructura como carreteras, vias de ferrocarril, prcsas y el desarrollo no planificado de los centros urbanos generan destruccion y el deterioro de los habitats y sus especies. La introduccion de especies nuevas a un ecosistema (especies exoticas) puede desencadenar alteraciones en las relaciones existentes entre los organismos quo viven en una zona determinada, ya que las especies introducidas pueden competir, transmitir enfermedades o depredar y afcctar a aquellas quo son nativas.
Nuestro planeta se enfrenta a una acelerada desaparición
de sus ecosistemas y a la irreversible pérdida de su valiosa biodiversidad.
Por diversidad entendemos la amplia variedad de seres vivos -plantas,
animales y microorganismos- que viven sobre la Tierra y los ecosistemas en
los que habitan. El ser humano, al igual que el resto de los seres vivos,
forma parte de este sistema y también depende de él. Además, la diversidad
biológica incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie y la
variedad de ecosistemas.
Toda esta diversidad biológica provee al ser humano de
recursos biológicos. Éstos han servido de base a las civilizaciones, pues
por medio de los recursos biológicos se han desarrollado labores tan
diversas como la agricultura, la industria farmacéutica, la industria de
pulpa y papel, la horticultura, la construcción o el tratamiento de
desechos. La pérdida de la diversidad biológica amenaza los suministros de
alimentos, las posibilidades de recreo y turismo y las fuentes de madera,
medicamentos y energía. Además, interfiere negativamente con las funciones
ecológicas esenciales.
Las interacciones entre los diversos componentes de la
diversidad biológica es lo que permite que el planeta pueda estar habitado
por todas las especies, incluidos los seres humanos, ya que gracias a ella
se dan procesos tales como, la purificación del aire y del agua y la
destoxificación y descomposición de los desechos, la estabilización y
moderación del clima de la Tierra, la moderación de las inundaciones,
sequías, temperaturas extremas y fuerza del viento, la generación y
renovación de la fertilidad del suelo, incluido el ciclo de los nutrientes,
la polinización de las plantas, etc.
La forma más visible de este daño ecológico es la
extinción de animales tales como los pandas, los tigres, los elefantes y las
ballenas, debida a la destrucción de sus hábitat y a la cacería o captura
excesiva. Sin embargo, otras especies menos llamativas pero igual de
importantes también se encuentran en peligro. Como ejemplo, podemos
mencionar a la amplia gama de insectos que ayudan a la polinización de las
plantas.
Si bien la pérdida de especies llama nuestra atención, la
amenaza más grave a la diversidad biológica es la fragmentación, degradación
y la pérdida directa de los bosques, humedales, arrecifes de coral y otros
ecosistemas. Todas estas cuestiones son agudizadas por los cambios
atmosféricos y climáticos que ocurren de manera global y que afectan
directamente a los hábitats y a los seres que las habitan. Todo ello
desestabiliza los ecosistemas y debilita su capacidad para hacer frente a
los mismos desastres naturales.
La riqueza y la diversidad de la flora, la fauna y los
ecosistemas, que son fuentes de vida para el ser humano y las bases del
desarrollo sostenible, se encuentran en un grave peligro. La creciente
desertificación a nivel global conduce a la pérdida de la diversidad
biológica. Últimamente han desaparecido unas ochocientas especies y once mil
están amenazadas. Es fácil comprender que con esta pérdida incesante de
recursos está en riesgo la seguridad alimentaria. La pérdida de la
diversidad biológica con frecuencia reduce la productividad de los
ecosistemas, y de esta manera disminuye la posibilidad de obtener diversos
bienes de la naturaleza, y de la que el ser humano constantemente se
beneficia.
Cada año
desaparecen miles de millones de toneladas de tierra fértil. El proceso de
degradación de los suelos, su mal uso y utilización, los insostenibles
modelos de consumo y la sobreexplotación de los recursos naturales, junto a
las guerras y los desastres, son elementos que agravan la hambruna de más de
mil millones de personas.
Pérdida de Biodiversidad en México
Entre las causas que hacen de
México un país de gran diversidad biológica están la topografía, la
variedad de climas y una compleja historia tanto geológica y biológica
como cultural. Estos factores han contribuido a formar un
mosaico de condiciones ambientales y microambientales que promueven una
gran variedad de hábitats y de formas de vida.
La fauna del país incluye
aproximadamente 125,585 especies de invertebrados, en su mayoría
insectos (los cuales suman poco menos de 48,000 especies). Respecto a
los vertebrados, se tienen registradas 5,500 especies, en su mayoría
peces (2,695 especies) y aves (1,107 especies). Aún cuando el número de
especies en otros grupos de vertebrados es menor, México ocupa
el segundo lugar en riqueza de reptiles en el mundo (con 804 especies) y
el tercero en mamíferos (con 535 especies) (Informe de la situación del
medio ambiente en México, 2008).
En lo que respecta a la flora nacional,
se han descrito cerca de 24,800 especies de plantas vasculares, de las
cuales, la mayoría corresponden a angiospermas (poco más de 22,250
especies), lo que equivale aproximadamente a 9% de las especies
descritas hasta el momento en el mundo (alrededor de 270,000 especies). A
nivel internacional, México está entre los cinco países con mayor número de especies de plantas vasculares (Informe de la situación del medio ambiente en México, 2008).
La riqueza de especies de un país
también se complementa con el componente endémico, es decir, aquellas
especies que sólo se encuentran en su territorio. En este aspecto, México
se distingue también por su alto número de especies y géneros
endémicos. Se calcula que entre 40 y 60 % de las especies de plantas
vasculares que se conocen en el país son endémicas. De las 669
especies de cactáceas que existen en el país, 518 son endémicas (es
decir, cerca de 77%); de las 535 especies de mamíferos, 169 son
endémicas (32%); y de las 1,107 especies de aves, 125 son endémicas
(11%) (Informe de la situación del medio ambiente en México, 2008).
Especies mexicanas de vida silvestre en categoría de riesgo de extinción
En México la NOM-059-SEMARNAT-2010 es el documento que enlista las especies y subespecies de flora y fauna en riesgo.
De acuerdo a dicha Norma, actualmente el grupo taxonómico con el mayor
número de especies en riesgo es el de las plantas (tanto angiospermas
como gimnospermas), con 987 especies. En el Cuadro 1 se visualizan los
grupos o familias que tienen mayor número de especies de flora y fauna
listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Cuadro 1. Grupos o familias con mayor número de especies en la NOM-059-SEMARNAT-2010
Amenazas a la biodiversidad
Aún a pesar de toda esta gran biodiversidad con la que cuenta nuestro país, las actividades humanas han ejercido principalmente una marcada influencia en la disminución del número de especies,
en el tamaño y la variabilidad genética de las poblaciones silvestres y
en la pérdida irreversible de hábitats y ecosistemas. Aunado a esto,
algunos fenómenos naturales tales como incendios, erupciones,
huracanes, inundaciones y terremotos contribuyen en cierta medida a la
pérdida de ésta biodiversidad.
De este modo, una amenaza se
define como un acontecimiento (natural o inducido) que causa un efecto
perjudicial sobre el estado y la utilización de cualquier componente de
la diversidad biológica. Las amenazas que atentan contra la
integridad y permanencia de los recursos naturales y la biodiversidad,
se pueden manifestar a nivel de ecosistemas, especies y genes. Dentro de
las amenazas a nivel de ecosistema se identifican el cambio climático,
la erosión, la fragmentación del hábitat, la contaminación y los efectos
acumulativos de todas estas. A nivel de especies se identifican como
amenazas la introducción, la erradicación y el comercio ilegal e
irracional de las mismas. La introducción de especies exóticas, la
pérdida de germoplasma (variabilidad), las especies modificadas
(variedades mejoradas), la biotecnología (clonación) y la bioseguridad
(riesgo de liberar organismos genéticamente modificados al medio
ambiente) son claras amenazas que afectan la diversidad genética.
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