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jueves, 13 de septiembre de 2012

Una Verdad Incómoda



El mundo se va a acabar; todos deben obedecer. Quizá Al Gore es el típico americano que gusta de paranoiquear (causar paranoia entre las personas mediante palabras impresionantes e imágenes que tocan los sentimientos y nublan la mente) con revelaciones apocalípticas basadas en información incompleta, tal como sus ancestros puritanos, utiliza el miedo y la manipulación memética para ejercer control sobre la opinión pública con la intención de alcanzar el poder. Afortunadamente jamás ha llegado a un puesto mayor que la vicepresidencia de USA y no goza de gran popularidad en su país. El calentamiento global es un hecho. Sin embargo exagerar la situación puede no ser de ayuda para solucionarla. Es más importante tener un panorama imparcial del cambio climático y evitar convertir en capital político los asuntos ecológicos. Mientras más personas mueran por las olas de calor muchas menos morirán por las bajas temperaturas (solo en el Reino Unido, se estima que el aumento de temperaturas causaría 2,000 muertes de calor suplementarias hacia 2050, pero causaría 20,000 menos muertes por frío) Es un poco iluso considerar que el combate al calentamiento global debe ser la prioridad de la humanidad cuando hay asuntos como las guerras y hambre en África, a simple vista uno podría considerar que Al Gore solo un soñador (de pesadillas) muy ingenuo, pero hay que considerar que se trata de un político de 60 años graduado de estudios gubernamentales en Harvard y ex combatiente de Vietnam, por lo que podría descartarse la ingenuidad. Seguramente busca algo más, algo así como ganar las elecciones gubernamentales en USA o obtener dinero vía especulación fiscal. Sin embargo, no puedo confiar en la voluntad de los demás para solucionar los problemas ecológicos, aunque en cierta medida puede agradecerse por el esfuerzo (que de ninguna manera puede considerarse desinteresado e imparcial) del señor Albert Arnold Gore.