La maravillosa gama de colores y formas de las plantas que
componen nuestro paisaje es el resultado de un lento y fructífero proceso evolutivo
de millones de años. Las primeras plantas terrestres eran muy pequeñas, del
tipo de los musgos actuales, y no podían crecer mucho más por carecer de
sistemas de transporte de agua y nutrientes. Uno de los grandes avances evolutivos
que favoreció la dispersión de las plantas en diversos ambientes, aun los aejados
de ríos y charcos, fue el desarrollo de un sistema vascular que podía absorber
el agua del subsuelo y enviarla a toda la planta, incluso a grandes alturas,
como sucede en los grandes árboles de más de cien metros que viven en algunas
regiones del mundo.
Los procesos de
adaptación y especiación fueron llevando a las plantas a desarrollar
modificaciones que les permitieron sobrevivir en todo tipo de climas, alturas o
condiciones de suelos, gracias a lo cual podemos encontrar plantas tanto en
los desiertos ardientes, como en las zonas heladas de nuestro planeta.
Las células del esclerénquima poseen paredes muy gruesas que proporcionan gran rigidez a la planta y brindan sostén firme; especialmente se les encuentra en las plantas leñosas. En la madurez, este tipo de células muere, pero sigue dando soporte a la planta debido a las gruesas capas de celulosa que contiene. Tejido vascular Está constituido por células del xilema y del ¡lema. Las del xilema se especializan en el transporte de agua y sales minerales des-de las raíces hasta el tallo y las hojas. Contiene células denominadas traqueidas y elementos del vaso. Estas células mueren en la madurez. El tejido del floema transporta los productos de la fotosíntesis y los distribuye a través de toda la planta por medio de sus células, que son los tubos cribosos y las células acompañantes.
Tejido dérmico. Cubre toda la superficie de las plantas herbáceas y las partes verdes de las leñosas. Contiene células fuertemente unidas, que secretan una capa de cutina que impide la entrada de agua y protege a la planta. En algunas especies hay también células de corcho que protegen con una capa impermeable tallos y raíces de las plantas leñosas. El tejido dérmico contiene además, células de guarda que conforman los estomas, estructuras en-cargadas de regular la entrada y salida de gases, y sobre todo de controlar la salida de vapor de agua. Las características de los tejidos vegetales se re-sumen en el cuadro