La biorremediación es el proceso por el cual son utilizados
microorganismos para limpiar un sitio contaminado. Los microorganismos que se
utilizan pueden ser levaduras, hongos o bacterias, los cuales degradan una gran
cantidad de sustancias tóxicas, reduciendo su carácter nocivo, y de esta manera
favorecen la preservación del medio ambiente y de la salud humana. La
biorremediación se utiliza para degradar algunos contaminantes específicos,
como los pesticidas dora-dos, que son degradados por bacterias; o bien para los
derrames de petróleo, para los cuales se puede recurrir a la adición de
fertilizantes para facilitar la descomposición de este contaminante por medio
de bacterias. Si bien no todos los tipos de contaminación pueden ser
controlados por la biorremediación.
ésta resulta muy
eficiente en el tratamiento de aguas en algunos tipos de industrias, o en los
derrames de gasolina de difícil acceso que puedan contaminar aguas
subterráneas.
La ventaja del uso de este tipo de sistemas es que bien
utilizados no producen efectos adversos, ya que apenas generan cambios físicos
en el medio y son más baratos que otras técnicas de anticontaminación. El
conocimiento de la genética, iniciado hace poco más de un siglo con Mendel, ha
tenido un avance vertiginoso en los últimos años. Hemos pasado de la
observación a la manipulación, de los conocimientos básicos a los aplicados, y
la ingeniería genética se ha convertido en provee-dora de cientos de productos
que revoluciona-ron la medicina, la agricultura, la ganadería y la industria,
aunque también ha generado fuertes controversias acerca de su utilización. Todos
estos avances son el resultado del conocimiento de los genes, que comenzó desde
que Wat-son y Crick descubrieron la estructura del ADN.
El estudio de la
biología molecular y en especial del funcionamiento de los genes ha ido
llevando a los investigadores a descubrir la forma en que éstos se pueden
modificar o insertar en otro organismo para fines diversos. Así ha surgido la
ingeniería genética, una nueva ciencia que desarrolla técnicas para cortar
genes, modificarlos, insertarlos y lograr que se expresen dentro de otro
organismo. A toda esta tecnología se le ha llamado tecnología del ADN
recombinante o biotecnología. Productos de ella han sido las plantas y los
animales transgénicos y un gran número de medicamentos y pruebas de
diag-nóstico que se utilizan en la medicina. La tecnología del ADN recombinante
nació a partir del descubrimiento hecho por el mi-crobiólogo suizo Werner
Arber, en 1965, de las enzimas de restricción, las cuales tienen la
peculia-ridad de cortar el ADN en segmentos específicos. De acuerdo a la forma
en que se realiza el corte, las enzimas se pueden clasificar en:
- Enzimas que generan "extremos romos" (parejos).
- Enzimas que generan "extremos pegajosos" (disparejos). Estos extremos "colgantes" de cadena simple pueden pegarse con otros ex-tremos de cadena simple que tengan la se-cuencia complementaria.
La insulina, que hemos mencionado en este ejemplo, se empezó
a producir por la ingeniería genética en 1972 y es consumida desde 1982 por
miles de personas diabéticas en el mundo. Las aplicaciones de estos
procedi-mientos son muy variadas y cada día aparecen más, las cuales han sido
fa-vorables para el desarrollo de nuevos medicamentos. Así se han obtenido
muchos productos de gran utilidad para el ser humano, aunque algunos han
generado controversias que revi-saremos más adelante.
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